La institución me hizo Dermatóloga Pediatra, mi pequeño meatball me hizo mamá. Día a día disfruto mas las bondades de una crianza con apego, me hace mejor pediatra, mejor mamá, mejor ser humano. Este blog es para compartir mis peripecias en esto de ser madre y mis culpas en aquello de ser pediatra. Gracias por leer.
sábado, 15 de noviembre de 2014
Las películas de terror, con hijo, sí son de terror.
Siempre he amado las películas de terror, en primer lugar, las de algún apocalipsis zombie, seguidas solo quizás, de la mona poseída, del muñeco diabólico, etc. Creo que mi amor por el cine de terror, inició drásticamente tras una infancia traumatizada por Freddy Krugger, la muñequita que hacía volar a Pedrito Fernández (si, penita), chucky el monito diabólico y las peores, las gemelitas pálidas del resplandor; al parecer llegué a un punto de mi vida donde para no vivir aterrorizada, logré convertir en mi cabeza estas películas en comedias retorcidas, entonces el terror pasó a ser el ir con Julieta al cine a ver una película de terror y vivir la vergüenza de sus risas de mula vieja cuando el asesino le volaba la cabeza al protagonista (perdón, al co-protagonista, el protagonista suele terminar con cabeza), el asesino se aparecía en el espejo del baño y todos gritaban, el zombie le extraía con destreza quirúrgica el intestino a una víctima, y demás atrocidades.
¿Que fue lo que me pasó?, ¿cuándo volveré a reírme a carcajadas tras el horrendo y lento desenlace de la actriz entaconada asesinada con la galleta maría?, ¿disfrutaré algún día de nuevo de ver una horda de zombies, ahora que los protagonistas cargan para todos lados con una bebita de la edad de meatball?...
Ya habíamos ido al cine con meatball gracias a (aplausos miles) "Cine Má", si no sabe de que estoy hablando, cinemex en algunas ciudades tiene la bendita opción, de colocar dos matinés a la semana (por desgracia solo una película cada tanto tiempo), exclusiva para papás con niños menores de dos años, y si, esta usted feliz en la sala con su chamaco pegado a la chichi, mientras el de unas filas atrás llora inconsolable, el otro decide que es buen momento para practicar sus sílabas nuevas, el del año y cachito se pasa la película haciendo preguntas sin respuesta y así, usted se siente mas acompañada en la vida que nunca, con una bola de padres igual o peor de estresados que morían por ir al cine.
Por obvias razones, hay cierto tipo de películas que no se transmiten en Cine Má, como "Annabelle", la famosa película que desató escándalos en algunos cines franceses y que para mi gusto, contaba con el aderezo mas delicioso de una película de terror, "es basada en hechos reales", cuando vi los cortos pensé, ni modo, esperemos a que mi marido pirata me la consiga en unos meses y la veremos cuando meatball esté bien dormido. Para nuestra fortuna, por condiciones de chamba, este mes logramos estar juntitos en tierras tapatías, osease en la misma tierra de los suegros tapatíos, osease traducido en idioma de madre "ya hay quien me cuide al niño".
Mi suegra gustosa propuso cuidarlo para que los papis pudiéramos tener, nada mas y nada menos que una cita romántica en el cine para ver "Anabelle"; usted que no es papá no me lo creerá, porque si quiere ir al cine, pues va al cine, en el mundo de uno, no es así, no hubo un solo día de la semana que no me motivara pensando "el Domingo iremos solos al cine, si, solos, sin salirnos a media película a limpiar pañales, sin darle chichi en la oscuridad con el estrés de que prendan las luces, sin turnarnos para ver quien pasea el niño mientras el otro pone atención en la trama, etc".
Llegose el bendito Domingo y llegose la hora pactada, yo me sentía mala madre lo que le sigue, pero uno se acostumbra a sentirse así casi todo el tiempo, casi casi le aventamos al meatball por la ventana del coche a su abuelita y nos fuimos emocionados a nuestra cita romántica y yo no soy una cita barata, así que ese día, no compramos la coca y las chokis en el abarrotes para meterla escondida en la mochila, yo exigí un resfresco de maquinita, de ese de chorromil pesos, crepas, palomitas y demás, el que quiera Azul Celeste!...
¿Ya vio usted Anabelle? le advierto, SPOILER ALERT!, desde que sale la escena de la mujer bien embarazada siendo acuchillada en la panza por el tipito loco empezó el problema, yo ya no me reí, ya no sentí chistosito, ya no fue solo un "híjole que malo" ya se me bajó la presión, no fue miedo, fue como un estrés muy muy fuerte!, un estrés que yo no sentía antes con este tipo de películas, para esto no me duró mucho el estrés, porque resulta que la mujer sigue con el embarazo y acaba teniendo una bebesita muy chula, hasta ahí todo bien.
Pero entonces, sí, la muñequita esa poseída, estaba muy mona en el cuarto del bebé, porque claro, si yo tuviera una muñeca de un metro con la cara mas horrenda del mundo y que estuvo en los brazos de la hippie crazy que se echó a sus propios papás para quedar bien con el novio al suicidarse la pondría obviamente en el cuarto de mi bebé, pos donde mas!
Entonces, de por si se me hace un poco terrorífico que un bebé duerma solito en su cuarto (perdón, que mi bebé durmiera solito en su cuarto, cada quien su bebé!) para acabarla, dormía con la monita esta que a nadie parecía estresar estuviera en una posición diferente cada que metían a la pobre chiquilla al cuarto. La protagonista (madre de la chiquilla, mujer impecable que pese a que le habían rebanado la panza una secta y la perseguía el cucuy andaba de lo mas guapa siempre), ya cuando agarra el rollo de que "algo le daba cosita" en su casa y no es la tubería, ¡seguía dejando a la bebé sola en el cuarto!" se le subía el muerto todas las noches y la bebé en el cuarto al otro extremo, no pude evitar tensarme de los hombros toda la película al ver que empezaban a crujir las paredes y la mujer en la sala, cuando el ente maligno se quería comer a su bebé o algo así , GOD DAMMIT! CUÉLGATE A ESE BEBÉ ¡GOD DAMMIT!
No siendo suficiente que a la mujer nunca se le ocurrió que quizás fuera un poquitín mas difícil para el chamuco llevarse a su bebé si esta hubiera estado pegada a su pechito, que "feliz" en su cuna, en su cuarto, con la mona diabólica, hay una escena donde la bendita mujer encuentra unos dibujitos donde aparece un camión estampándose contra la carriola de su bebé y dejando un charquito de "catsup" (que era tanto mi horror ante cualquier mínimo detalle que involucrara al bebé que en efecto estoy segura que era catsup) y la mujer, impecable, piensa, híjole, como que algo no anda bien, ya se, voy a salir con mi bebita en la carriola y vemos que pex, CUÉLGATELA EN UN REBOZO GOD DAMMIT!
Y si, esta afuera de su casa con una elegante carriola, cuando obvio, el ente maldito hace de las suyas y la carriola sale rodando a gran velocidad a estamparse contra un camión y claro, la bebé se salvó porque la traía colgada, osease, sí, si porteaba la mujer, pero solo de su depa a la planta baja, de ahí salía con su vistosa carriola... so... no era mas fácil traer a la plebita colgada para todos lados? Insisto, muy bonita la carriola y todo, pero... ¡no era mas sencillo nomás cargarla!
Como sea, el final es algo así como feliz, tras unos minutos horrorosos donde el ente endemoniado tiene a su hermosa bebita en el limbo o sabrá Dios donde y la mujer que al fin logra verse desesperada, la escucha llorar sin saber donde está (y yo le apretaba el brazo a mi marido), una vecina buena onda se tira del piso chorromil para que se aplaque el ente y entregue a la bebita (pocas películas de terror logran ser sensatas, esta no fue una, pero cumple el propósito), y la mamá recupera a la bebita y todos son felices para siempre. A ver, señora, a quien se le ocurre dormir a la bebita en su cuarto sola cuando ya esta bien establecido que se la quiere llevar la llorona!!! pero bueno, nos sacó eso que le sacan a uno las películas de terror que hacen que valga la pena la billetada que cuesta en estos tiempos la entrada al cine, el refresco (de maquinita!) palomitas, crepas y demás.
Ese día que fui a ver Anabelle acepté algo, hay terror sabroso y hay terror no sabroso, este no me gustó, realmente no logré lo que llevaba logrando desde los, no se, 12 años, de reírme a todo pulmón de los saltos ajenos y las malas actuaciones que le dan ese toque especial a las películas de terror, ahora ni las pésimas actuaciones me ayudaron, yo sufrí, no podía resistirme a pensar que meatball estaba solito en esa cuna con esa mona fea de un metro acechando su pura y divina almita, que meatball estaba en esa flamante carriola que salió disparada a estamparse contra el camión o que era meatball el que estaba en su alberquita de felicidad en esa panzita que recibió el navajazo, ¿que necesidad de sufrir?
De ahora en adelante, película con bebé, no cuenten conmigo, y no se si esto se limitará solo a películas con bebés, que tal la clásica película de terror con los adolescentes cuchiplanchadores que son masacrados en medio cuchiplancheo, y entonces, también me va a estresar que ese adolescente pudiera ser mi meatball algún día? tanto estresarme por la masacre como por que le mintió a sus papás y se fue a cuchiplanchar con la noviesita barata al monte? en fin, solo el tiempo lo dirá.
Hoy que visité a una de mis mejores amigas y madre ejemplar, suena mi celular con mi tono super profesional del intro de "the Walking dead" y me dice "a mi me gustaba mucho esa serie, no me la perdía, hasta que SPOILER ALERT! una de las protagonistas estando embarazada se somete a una cesárea casera con una navaja galleta maría-like y es asesinada por su hijo (el grandesito, no el recién nacido, no es ese tipo de serie...) para que no se convierta en zombie... juaat... Ahí me di cuenta, no soy la única, esto de ser mamá arraza hasta con los gustos y capacidades para ver ciertas películas, le pregunto a usted, cuantas mamás conoce que griten de la emoción cuando una horda de zombies llegan a la casa familiar a un "all you can eat".
Seamos felices, a partir de ahora, mommy films, cochinitos que hablan, comedias románticas cheesy, películas de super héroes o de monos que dominan el mundo (siempre y cuando no me pongan monos bebés), veamos Peppa pig, el tractor rojo, vocabularry, la niña chicana que le enseña a uno inglés, etc, pues que necesidad de sufrir deoquis y si usted no tiene bebé y disfruta de este tipo de películas, véalas, disfrútelas mucho, haga maratones, podría ser que sea la última vez que las disfrute, gracias por leer.
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