miércoles, 25 de junio de 2014

flying solo: la aventura de viajar sola con su bebé


Tuve hace apenas unos días una experiencia que me pareció de lo mas interesante e inmensamente gratificante, viajar sola en avión con el bebé; por que gratificante? a pues por que me repetía a mi misma cada 5 minutos o cada que veía a alguna mamá sufriendo con una carriola "bendito trapo, bendita lactancia materna".

El vuelo, déjeme ponerlo claro fue un vuelo rápido, de poco menos de una hora y también por pocos días, no se como será en su momento realizar un vuelo de mas de 2 horas o de mas de unos cuantos días pero la única forma de saberlo es aventándose, así como Diosito le de a entender, yo le comparto mi experiencia por que a mi me entretiene eso de compartir experiencias y espero le sirva de algo.

¨¿Que es lo que verdaderamente necesito?¨, es la pregunta básica. Primer reto, lograr hacer caber en una backpack (clásica mochilita escolar), cambios de ropa suficiente para su bebé y para usted de 2 o 3 días, teniendo también en cuenta que debe de hacer caberle a su mochila lo que usted normalmente carga en una pañalera, documentos, cargadores, maquillaje etc, y aquí es donde, le aconsejo (y esto solo es un consejo, si a usted se le hace abominable viajar solo con una backpack no pasa nada, con un buen trapo también puede documentar equipaje, solo perderá un poco mas de tiempo) que entierre un poco la vanidad y saque la practicidad, los mismos zapatitos cómodos que le sirvan para todo el viaje, los mismos jeans para dos días, blusitas delgadas que pueda hacer burrito en su mochila, un polvito, un ruborsito, desodorante y vamonos, lo mismo para la ropa de su bebé.

Ya con su backpack bien acomodadita se llega la hora de pedir solita un taxi al aeropuerto, no quiero con esto en ningún momento que crea que pienso que no colocar al bebé en una sillita para el coche es seguro, sin embargo ir en la parte de atrás de un taxi con su bebé en brazos, a mi sentido común es todavía mas inseguro que traerlo bien sujetadito de un gran trapo, hasta el cinturón se puede colocar uno buscando que una cinta quede por debajo de sus piesitos y la transversal quede por debajo de donde quedan sus pompitas, imagínelo, donde Dios guarde el taxi de un mal frenón su bebé se mantiene pegado a usted; donde usted no lo traiga muy bien agarrado saldría volando.

El viaje de ida a la visita marital y paternal fue una maravilla en realidad, de veras de veritas que me sentía la gran cosa caminando a gran velocidad por los pasillos del aeropuerto, provocando miradas de impresión, así con mi meatball dormidito calientito en un trapo bien amarrado de vistosos colores y una backpack cómoda en la espalda, es mas, hasta nomas por sentirme mas mejor persona todavía, me compré mi cafe latte alto con doble shot de expresso y vanilla sugar free en la cafetería chick del aeropuerto (pagando eso sí como si a uno le cobraran extra por sílaba en su pedido), imagínese, caminando pomposa, saltándonos la fila para documentar equipaje y directo así muy mona a la puerta de embarque.

Al escoger su asiento, le aconsejo que por mas que disfrute ver por la ventana, escoja pasillo, de verdad que no me imagino como me acomodaría para dar pecho en el asiento de en medio y de verdad que sería bastante simpático estar molestando a dos pasajeros para levantarse y que usted pueda usar el sanitario.

Ya sentada en nuestro lugar, se sienta enseguida de nosotros una muchachita muy simpática, muy monita y bien vestida, y me comenta lo que me infla mas el pecho "te estuve viendo con tu bebé, me encanta, padrísimo, como se llama eso?" y yo con aire de conocedora "se llama fular, es un trapote largo" "y debe de ser super complicado verdad" "no, mira, al principio si se necesita paciencia" y mientras le explicaba de las maravillas del trapo, sentía los puñitos de meatball empujarse contra mi, a lo cual coloqué mi backpack en mis piernas y empecé a abrir el cierre, a sacar mi capita de super mamá (el trapito cubre chichis), acomodármelo en su lugar, a sacar a meatball de su trapito, acomodar a meatball, a escondiditas subirme la blusa, y fue aquí cuando viví por vez primera, en ya cuatro meses que tengo a meatball conmigo, lo que fue una respuesta totalmente negativa a lo que yo estaba apunto de hacer.

A la guapa niña se le empezó a descomponer la cara, a torcer la boquita, a arquear las cejas, a respirar con dificultad, a sudar un poquito, etc. Yo no seré experta en lenguaje corporal, pero cualquiera con el mínimo sentido común se habría dado cuenta de lo que estaba pasando por su mente, por respeto a su descomposición facial terminé la conversación en seco "y pues luego es muy padre ponerte el trapo y así..." la muchachita supongo agradeció en silencio el que yo dejara de verla a los ojos y me concentrara en mis acciones porque de inmediato sacó su celular para "Mandar mensajitos" (si, en el avión), y poco después, que quizás se acordó que no podía mandar mensajitos, se "echó a dormir", de verdad que no me molestó dicha respuesta corporal a mi forma de alimentar a mi bebé, es mas, creo que la muchacha se sintió algo así, imagínese que usted viajara a no se, Tutulandia, un lugar lejano que visita por primera vez, en Tutulandia la gente es super amigable, pero como en todo lugar muy muy lejano, la gente tiene costumbres diferentes, un día en Tutulandia usted le saca plática a una señora amable en la calle, "que bonito está aquí el clima en su ciudad" "ah si, aquí en esta época del año siempre hay sol" y mientras le platica la señora sobre el clima usted ve que saca de su backpack un trapito y se lo amarra a la cintura, debajo del trapito se empieza a desabrochar su pantalón, se lo empieza a bajar (usted no ve nada porque trae su trapito pero sabe perfectamente lo que esta pasando) y le sigue platicando sobre el clima, se empieza a colocar en cuclillas y empieza usted a escuchar lo que a usted se le ocurra que podría escuchar en ese momento, es mas, si hasta ese momento usted sigue con su cara de poker viendo a la señora simpática, la va a ver usted hasta hacer algunas caritas... se siente usted incómodo?... a, pero es natural, todo el mundo lo hace, en Tutulandia no hay sanitarios, la gente hace lo que tenga que hacer en todos lados porque así son sus costumbres... se imagina usted la incomodidad que sentiría en ese momento?, apoco no se le antojaría sacar su celular y hacer como que manda mensajitos?

Yo siento que eso fue exactamente lo que sintió esa muchacha linda, por eso, por compasión a ella, terminé en seco la conversación y obviamente no nos volvimos a dirigir la palabra en todo el vuelo, mas teniendo en cuenta que prácticamente todo el vuelo fui pegada de meatball, le repito, no me enoja, no me indigna, para nada, yo creo que como país todavía no estamos ahí, en ese punto en donde todo el mundo celebre la lactancia materna, muchas pero muchas personas lo ven así como le hice la analogía "será natural pero por que no lo va y lo hace en un baño" y de verdad que lo entiendo, no lo justifico pero lo entiendo, no siempre fui mamá, creo que en vez de soltar un discurso, que quizás haya a quien se le de eso, a mi no, mejor doy pecho, así, lo sigo haciendo, ese es mi gran discurso silencioso, a la mejor ni siquiera lo es este blog, yo sigo dando pecho en todos lados porque demuestro con ello que por eso, por que soy una mujer con educación y conocimiento lo hago, porque estoy segura de que es lo mejor, de que es la referencia, la pauta a seguir, lo hago, tengo fe que en algunos añitos, a la mejor en muchitos, lo raro va a ser ver a alguien sacar un biberón y no lo contrario.

Además del haber vivido por vez primera el rechazo evidente a mi decisión de lactar a mi bebé, el vuelo fue una maravilla, le ha tocado a usted un vuelo en donde ameniza todo el rato un bebé chillón? seguro si, es terrible, pocas cosas hay peores que escuchar a un bebé llorar, mas si usted esta considerando relajarse, pues tranquila, si usted da pecho, su bebé no será ese bebé chillón, al succionar su pecho su bebé no solo se relaja o se duerme, la succión ayuda a que se destapen sus oídos, lo que hace que no le duelan, olvídese del vasito en las orejas o de las gotitas de afrin que puede hacerle daño, le va dando pecho y punto, quizás como en mi caso despierte mas de una mirada de desaprobación para lo cual debe de estar lista, pero no será usted causa de molestia a otros pasajeros por el llanto de su bebito.

El viaje de regreso fue una historia un tanto diferente, hasta la llegada a la sala de abordaje todo estuvo muy bien, mi meatball seguía dormido feliz en su trapo, sin embargo en esta ocasión no pude salir corriendo a cambiarlo antes de abordar porque teníamos que tomar un camionsito que nos llevaba al embarque, de ahí por ser "La del bebé" fui de las primeras en abordar, conociendo los horarios intestinales de mi bebé, se me hacía imposible correr al baño del avión por que el resto de pasajeros seguía subiendo por el estrecho pasillo, así que ni modo, no hay mejor botón de mute que la chichi, a comer, todo iba bien hasta que los pasajeros a mi lado llegaron al final y pues bueno, les pedí me dieran un minuto para desenchufarme al bebé y acomodarme para que pasaran, a pues ahí se fue todo por la borda, al quitarle su preciado pechito se echa el hombre a llorar como nunca, a todo pulmón, y claro, siente uno como cuchillos las miradas de los pasajeros, pasa la pareja enamorada a mi lado y por mas que me acomodé, estaba mi meatball tan enojado por que le quité el pecho que no paraba de llorar, como todo buen niño de guardería, vive constantemente con moquitos, no enfermo, es un niño muy sano con mocos y punto, pues pensando que quizás por los moquitos no podía comer, empecé a sacar como pude, con el niño llorón y sucio en un brazo y con el otro buscando a tientas en mi backpack la solución salina y el chupa moquitos. Ahí las miradas mas bien las sentía de compasión, el enamorado a mi lado me ofreció ayuda en lo posible (como verá, una actitud completamente diferente a la chavita del otro vuelo, a la mejor a la otra le faltaba un poquito de amor), la cual agradecí sin saber realmente como hacer uso de ella, me acomodé al chiquillo en las piernas, le aventé los tehuacanazos de solución salina haciéndolo llorar mas fuerte y ante las miradas anonadadas de los pasajeros, le puse el chupa moquitos (su verdadero nombre es nose frida, es una maravilla, un tubito que se encaja en la narinita de su bebé y se conecta a una boquilla que usted succiona con fuerza, realmente no se come los moquitos, se quedan en el tubito, comérselos es opcional) y a chupar moquitos, que padrísimo verdad? divertidísimo, para esto el avión ya estaba despegando y yo maniobrando con destreza con mi niño chillón y mocoso.

Ya sin mocos y apagándose la señal del cinturón pasé al baño del avión, la verdad no sabía ni que esperar, pero era obvio que tenía que haber alguna mesita, solo que, para las novatas como yo, que como siempre tomo vuelos cortos creo que era la primera vez que tenía que utilizar el baño de un avión, hay una mesita completamente plana que se despliega sobre el inodoro, ahí usted así con la turbulencia, maniobra con gracia la cambiada de pañales de su bebé que gira de un lado a otro como rodillo, ya con el niño limpio pensé que todo mejoraría, me lo amarré al trapo (que yo no se como le hacen las mamás que no traen trapo y los cargan en brazos, el avión en este caso se movía bastante, imagínese que debe de sujetar con una mano a su bebé y con la otra sostenerse de donde pueda para llegar a su lugar) y me fui a mi lugar con mucho cuidadito, desgreñando a uno que otro pasajero con mi backpack, siempre pidiendo disculpas.

Ya en mi lugar, a dar pecho nuevamente, para esto yo me veo en la penosa e incómoda necesidad de usar una pezonera para dar pecho, que si no sabe que es, es un pedacito de silicón de lo mas incómodo que se tiene usted que estar poniendo donde su nombre lo indica para que su bebé no le destroce los pezones, supuestamente la necesitaríamos por unos días, pero al parecer por el paladar alto de mi bebé, me sigue destrozando si no la uso y pues ni modo, lo que sea con tal de seguir invictos con la lactancia. Ya explicándole el incómodo asunto de la pezonera, ya con meatball acomodadito no logré encontrarla, siendo un plastiquito transparente perderlo es la cosa mas sencilla, buscándolo como loca por el suelo y en el asiento ante la insistente mirada compasiva del vecino, le dí así, a rais, aguantando el exquisito dolorsito, y nuevamente me topo con otra cara en descomposición. La muchachita de al lado cruzando el pasillo me pregunta con dulzura "esto es tuyo?" a lo que veo en cámara lenta, como sujeta mi pezonera con sus limpias manitas y al levantarla hacia mi, la ve, le encuentra forma y se pone pálida pálida, pues que hago, la tomo rápido y le doy un "Muchas gracias" seguido en mi cabeza de un "...mis condolencias, si, es eso que te imaginas y si, lo agarraste con tus manitas limpias", en cuanto la tomo en las manos escucho el ruidito de motor de lanchita viejta que sale del pequeño cuerpo de mi meatball... aquí vamos otra vez, nuevamente al baño del avión, dando golpes en la cabeza a los pasajeros con mi backpack, me dice el sobrecargo "solo dese prisa por favor, ya va a aterrizar el avión" a lo que contesté un "claro que si, rapidísimo" pero realmente pensando, como se nota que jamás has limpiado una colita sucia en el baño de un avión.

Después de limpiar a meatball con la mayor rapidez posible, salí de nuevo a mi asiento, viendo con triste simpatía como la muchacha salía casi corriendo al baño, hasta escuché cuando el sobrecargo le hizo la misma observación que a mi y la niña respondió "solo NECESITO lavarme las manos" que mas le queda a uno que sonreír para sus adentros y verle la gracia al asunto, que mejor que voltear a ver a su pequeño cómplice en sus brazos y decirle al oído "mira las peripecias que me haces pasar".

Después de un vuelo que sentí como de un continente a otro, llegamos, solo para disfrutar otra maravilla de volar sola con el bebé, se salta uno la fila para tomar un taxi, la ven a uno con bebé y la pasan a la fila de los discapacitados, osease que la ven a uno un poquito como discapacitada lo cual para fines prácticos esta perfecto.

Le cuento mi travesía como herramienta sutil de fomento a la lactancia materna, que si le toca, que yo creo que si le va a tocar, alguna mirada desaprobatoria de la misma, sepase que no esta sola, y sepase valiente, siéntase mercenaria, no se le olvide que esta poniendo de su parte para luchar a su forma por el derecho de los niños, del suyo y del resto, de alimentarse de la forma en la que la naturaleza nos dio por decreto, día a día usted le encontrará mas y mas ventajas, en mi caso yo le encontré en mi experiencia esta maravillosa ventaja, la de poder viajar ligera y ofrecerle a su bebé (y al resto de los pasajeros) un vuelo tranquilo (que si pegó de gritos por la desenchufada, pero de ahí en adelante volvió a ser mi maravilloso silencioso bebé), pruebe si gusta a cargarlo en un trapo, la única forma de saber que no es para usted es probar, si se le hace muy complicado pues ya no lo vuelve a intentar si no quiere, pero si logra presenciar como yo, la carita de paz de su bebé al sentirse amarradito y calientito cerca de su corazón, lo pondrá en práctica (y créame, tarda uno varios días en que le quede bien amarrado) y si se arma de valor y se avienta a agarrar un vuelo, un viaje en autobús (que es mi siguiente reto) se amarra a su niño al trapo y se lleva su capita de super mamá (o ni eso, a nadie nos gusta comer tapados) regalese el gusto de comprarse la bebida con mas sílabas que se le ocurra, o comprese esa revista de chismes que nunca se compra, los esquites, la coca, lo que guste, al fin que tendrá usted dos manos libres y algunas calorías extras que pueda consumir, gracias por leer.

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