La institución me hizo Dermatóloga Pediatra, mi pequeño meatball me hizo mamá. Día a día disfruto mas las bondades de una crianza con apego, me hace mejor pediatra, mejor mamá, mejor ser humano. Este blog es para compartir mis peripecias en esto de ser madre y mis culpas en aquello de ser pediatra. Gracias por leer.
jueves, 4 de diciembre de 2014
Baby led weaning: ablactación no apta para cardiacos
Antes que nada quiero recalcar que como todos, pero mas en esta ocasión, esta no es una entrada (llámele artículo para que me hinche el ego) escrita por una reconocida pediatra con montón de conocimiento en materia de ablactación o para este caso en baby led weaning, si quiere leer información profesional y competente con gusto puedo mandarle algunos artículos aburridos escrito por médicos o afines a la materia que sí se pusieron a hacer una revisión exhaustiva del tema (quisiera pensar).
Esta es una entrada que publica una mamá primeriza, a la que le encanta darle la contra a muchos colegas, que resultase que tiene un diploma de Pediatra colgado en alguna parte y que le fascina quemarse sola contando sus aveces no tan acertadas hazañas en esto de la crianza de su pobre e indefenso bebé. Ya entendiéndonos, ya se puede poner usted a leer.
Obvio iba a ablactar a meatball al estilo Baby led Weaning, para no vernos tan gringitos llamémosle como le llama el Dr. Carlos González "Ablactación libre de papillas", hablemos en términos sencillos, ablactación es cuando al chiquillo le doy cualquier cosa que no sea leche, no tiene que ser sólido, si a usted su suegra le recomendó darle atole de maizena de chocomenta a los 2 meses a su bebé "para que embarnezca" siento decirle que usted ablactó a su bebé a los 2 meses, digo siento, porque la organización Mundial de la Salud, que es la organización a la cual hasta el médico mas rebeldón respeta, recomienda la ablactación tras los 6 meses de vida (otras asociaciónes pediátricas reconocidas dicen que puede ser desde los 4!... insisto, LA OMS recomienda hasta los 6), ya quedándonos claro que es esto de ablactar al chiquillo, empieza la pregunta que jamás nos queda muy clara, porque cada quien tiene una respuesta exacta e inapelable, "¿Que le doy y como se lo doy?".
Aquí lo chistosito es que no hay una sola guía o un solo reglamento, yo me puse a leer un poquitín, porque yo me eduqué viendo niños enfermos, indicando en el expediente "dieta para la edad", "ayuno", "mas ayuno", "sigue en ayuno" y pues no, no es que los pediatras (al menos los que nos formamos en Hospitales de excedente volumen de pacientes como en el que yo me formé) llevemos mucha formación en cuanto al manejo del niño sano bonito y regordete, para mi sorpresa sin embargo, me encontré con varias guías que sugieren distintos modos de ablactación, el 100% sugieren iniciar con papillas, en algunos lados, que es mejor iniciar con papillas de cereales que porque se ha visto que con esto disminuye el riesgo en el niño de tener enfermedad celiaca, que iniciar con sabores neutros (no se bien como sería un sabor neutro, pero supuestamente la zanahoria, chayote, calabazita, etc, son neutros), otros que con sabores dulces, que para que no le agarren temor a la comida, baby led weaning es punto y aparte y lo tocaré mas adelante.
De igual forma, así como cada médico, cada guía y cada vecina le indica a uno como debe de iniciar la alimentación, hay lugares en donde se sugiere darle al pobre el mismo alimento 3 días o hasta la semana completa, que "para ver si no le hace reacción", esto de la reacción me parece muy inespecífico, ¿que podría esperar? ¿reacción podría ser llanto, pataleo, verlo panzoncito, que le cambian las pópos o que mas? porque entonces cualquier episodio de llanto inespecífico, cambio de color de las pópos (que Dios mio, sí cambian con la ablactación!) o que la mami lo vea "como que mas panzón" sería una reacción, o que tal si le sale un salpullidito (elegantemente miliaria) y ya le echó la culpa la mamá a las calabazitas y ya no comerá calabazitas nunca más, no lo se, a lo que estoy tratando de llegar explicándole las dudas que me surgieron como mamá primeriza con título de pediatra colgado, es que muchas cosas no me sonaban muy lógicas, si, están en guías, ok, pero si encontraba 3 guías, las 3 no se ponían de acuerdo, si le preguntaba a 3 colegas pediatras, los 3 me decían algo diferente... entonces a quien le hacemos caso?, pues a quien yo siempre le hago caso a costa de mi pobre e inocente meatball ratonsito de indias, a lo que decidamos mi esposo y yo, ambos con títulos colgados, ambos viéndonos las caras de "si sale mal es tu culpa".
Baby led weaning, en su traducción, sería como ablactación guiada por el bebé, osease, que aquí el que decide es el bebé, ni la mamá, ni su papá, ni su pediatra, digo, la mamá decidirá que comidita le pone en la mesita periquera, pero el chiquillo decidirá que se mete a la boca, aunque por lo que me puse en su momento a leer al parecer cada padre implementa su método, hay ciertas normas irrefutables, no semillas, no miel, ser paciente ante lo que los gringos dicen plácidamente el "gag reflex", le explican a uno que es completamente normal, que al contrario, es bueno, porque ese casi ahogamiento en el chiquillo, lo ayuda a que lo poquito que se pueda tragar se vaya por donde se debe de ir o salga para afuera, jamás introducir el dedo para sacar alimentos, mejor dar palmaditas suaves en la espalda o inclinar un poco al nene sujetándolo de la panzita "que por mas bonito que se lea es una maniobra de Hemlich... suave y con una sonrisa" y de lo mas importante, tenga escoba, trapito y trapeador a la mano o como en el caso de las mamis como yo, prepárese a hacerse de la vista gorda.
En cuanto a con que alimentos empezar tampoco se ponen de acuerdo, hay páginas en donde le explican a uno nuevamente lo de los alimentos neutros por aquello de las intolerancias, otros que dicen que lo que a usted le venga en gana siempre y cuando no sea huevo, fresas, frambuesas, crema de cacahuate, pescado, etc. por aquello de las alergias y la que yo, madre Rebelde, pediatra rebalde, decidí llevar a cabo con mi hijo (le insisto, no, no es una recomendación pediátrica, al final remataré por que no le recomendaría este método a ninguna madre, solo la orientaría si fuera una decisión que ya tuviera tomada), todo, si, todo, que coma absolutamente todo (disculpen colegas alergólogos por los micro infartos sufridos), siempre y cuando no fuera semilla, miel ni camarón; las semillas por obvias razones, la miel por aquello del botulismo y el camarón por antecedente de alergia en la familia de mi marido, de ahí en fuera, venga.
Cómo olvidar el primer día, el plan era esperar hasta que cumpliera 6 meses, soñaba con el alimento que pondría frente a él, soñaba como se lo llevaría a la boca, las caritas que haría, veía y veía videos de bebés ablactados por este fabuloso y novedoso método (ni tan novedoso, apoco cree que las mujeres de las cavernas echaban los frutillos del bosque a su multichef), bajé artículos, no artículos de "bebés y mas", pero de revistas de renombre científico como el Brittish Journal of Medicine, que apoyaban mi método rebelde, eso era todo. No logré esperar hasta los 6 meses, una semana antes llegó mi esposo con la periquera que le regaló su tía para el bautizo, dije... por que dejarla en la caja, vamos sacándola, la sacamos, la instalamos en la silla, la veía, la veía y la volvía a ver... veía a meatball en brazos de su papi y no me aguanté "hay que hacerlo, hay que ablactarlo hoy" mi marido como buen marido sabe que una happy wife lleva a una happy life pues nomás suspiró y me pasó al niño, el pobre se iba de lado, pero eso no sería un detrimento, cobijas por aquí, ropa sucia por allá y pum!, mi niño sentado bien derechito, ¿que le damos? yo soñaba con el plátano, no sabía si era neutro, ácido o alcalino, pero quería que comiera plátano.
Otra sugerencia de este método, no es darles la comida picadita como quizás usted se imagine, porque para agarrar trozos chiquitos su bebé tendría que haber dominado la pinza fina, que es la que usted ya tiene bien puesta cuando agarra una pasita con chocolate y se la echa a la boca, ellos primero tienen pinza gruesa, la que usted tiene cuando agarra un gansito (a menos que sea muy elegante y lo agarre con pinza fina y hasta pare el dedito), así que los alimentos deben de cortarse en trozos delgados como dedos, para que el chiquillo lo pueda agarrar con el puñito.
Para esto antes de iniciar el famoso método, mi hijo apenas empezaba con mucha imaginación a agarrar las cosas (ya escribiré en otra entrada el eterno suplicio de comparar a sus niños con otros y preguntarse si no "le habrá salido retrasadito... ha de haber sido aquella cervezita que me tomé embarazada en mi cumpleaños"), cuando le pusimos medio plátano ya peladito en su mesita periquera se le quedó viendo, como "esto pa´ que", ya que vimos que el plátano se empezaba a poner negrito y meatball lo seguía viendo confundido, se lo pasamos a una manita, para nuestra sorpresa de inmediato usó la otra manita para sostenerlo y se lo llevó a la boca, la carita que hizo jamás la olvidaré, una cara de.. "esto no es chichi..." pero luego, volvió a ver su platanito y se lo volvió a llevar a la boca, lógicamente no le arrancó un pedazo pero lo mordiqueó como Dios le dio a entender con sus afiladas encías, después de unos minutos tosió un poco, nada del otro mundo, mi marido y yo estábamos encantados, tomando mil fotos, tomando video, riéndonos como locos, fue un momento mágico, nuestro hijo subía un peldaño, un peldaño enplatanado, se nos estaba terminando el bebé como lo conocíamos hasta ese día.
Después de esa primera experiencia con el plátano, meatball cambió, sus poposes cambiaron, su olor nunca volvió a ser igual, madre de bebé no ablactado, huélalo, huélalo mucho, apenas pruebe un alimento y cambiará su olor para siempre, al siguiente día me dolió un poquito, me pegó en mi instinto biológico, mi hijo no olía igual, hasta pensé "me hubiera esperado la semana que le faltaba..." pero ya era muy tarde, nunca imaginé que con una lamidita de plátano cambiaría tanto su esencia, ni se diga cuando le cambié el pañal, si apenas y lo había probado!, desde ese día cambiaron las sorpresas que me encontraba en el pañal, pero para bien, de bebesito las sorpresas eran mas frecuentes y si uno no le había puesto bien el pañal, se las encontraba por todos lados, eso se termina, la sorpresa esta frente a usted y ya la empieza a ver una o dos veces al día, hay días que ni las ve y para que le de mas emoción, cambian de color cual arcoiris apestoso.
El plan con mi esposo había sido darle plátano toda esa primer semana una vez al día, pero como mi hijo va a la guardería por las mañanas, le empezaron a dar dos tomas de papillas, para esto las maestras respetaron mucho mis locuras "Doctora, quiere que le empecemos esta semana con verduras" y yo "mmm, denle lo que tengan", "también las que traen pollo dra?" , "si, también las que traen pollo", no les causó el mínimo desconcierto, por un lado era mas cómodo simplemente darle la papilla señalada por la nutrióloga que estarle dando algo en especial y como ya están acostumbradas a la despreocupada madre de meatball nazi de la lactancia pues les cayó en horabuena que al fin el pobre niño probara algo diferente, muchas cosas diferentes.
Me dije a mi misma, si ya en la guardería le están dando de todo (que acepto no me estresaba por leer que le daban día a día pese a que lo anotan en la ventana, ya si yo veía una "intolerancia" pues luego me preocupaba), pues por que no darle yo cosas nuevas en casa, era entretenidísimo ver la alacena, el refrigerador y sacar ocurrencias de que le daría esta vez, para que se de una idea, durante la primer semana le di pedazos de tomate, pedazos de aguacate, pedazos de manzana cocida, pedazos de manzana cruda, ciruela española sin hueso, pedazos de pan tostado con crema de cacahuate y sabrá Dios que tanto mas, cada día era una aventura, aveces se medio ahogaba, pero yo trataba de mantener la calma (trataba, trataba! se lo juro que sentía que me moría, esos segundos que se me medio ahogaba el pobre yo imaginaba el encabezado del periódico "Hijo de Pediatra ahogado por pedazo de aguacate" o algo así, por qué, se preguntará, todavía me lo pregunto yo, por qué le seguía dando pedazos de lo que se me ocurriera si al menos 1 de cada 3 comidas me daba el susto de la vida, por lo feliz que lo hacía comer, porque veía de un día para otro, como maniobraba con sus manitas para meterse la comida a la boca, como lo disfrutaba, por eso me aguantaba los infartos.
Después de la primer semana la cosa se complicó un poco, ese primer fin que me tocaba darle sus tres comidas en casa y yo madre hippie le ponía pedazitos de lo que mi esposo y yo estuviéramos comiendo, para esto entre semana noté que pedía menos pecho, mucho menos!, las tomas bajaron de forma impresionante y la verdad no lo extrañé demasiado, me gustó probar la libertad y quitarme del estrés de, si no estoy se muere de hambre, ya tenía otras opciones, pero ese fin de semana pasó pegado al pecho nuevamente, cuando le poníamos pedazitos de comida la mordisqueaba un poco y la soltaba llorando, se pegaba al pecho, me puse a leer y encontré que podría ser frustración por querer comer y no poder, explicaba que había que intentarle dar de comer después de darle pecho, pero apenas mejoró un poquito el problema, ese fin ya no lo disfrutamos, fue frustrante, el no se veía feliz y volvió a convertirse en el niño pegado al pecho cada 2 horas.
Tardé como dos semanas o mas en aceptar que mi hijo (no hablo de su hijo, no hablo de otro hijo, no generalizo con ningún otro niño), mi hijo quería papilla, mi hijo necesitaba papilla, empecé a hacer papillas de mala gana y le cambió el humor por completo, para no sentirme tan convencional supongo, lo dejaba que agarrara la cuchara cuando se acababa la papilla y que hiciera el cochinero del mundo, que se la metiera a la boca hasta provocarse el vómito, que se pegara en la cara con ella para degustación de su papi y mio que lo filmábamos con la cámara, así como habrá escuchado usted lo de "sin dolor no hay trabajo" o "no pain no gain", pues yo tengo el de "sin cochinero no hay felicidad", si yo no lo veo desgreñado y chamagoso, me estreso, así como lo lee, siempre soñé con un niño chamagoso y feliz y gracias al cielo se me ha cumplido y de sobremanera, quizás sería igual de feliz aunque lo trajera limpiesito y bien peinado, pero no me quiero arriesgar, que se embarre de la vida y entre más, mejor.
Para esto el gerber, si, ese invento endemoniado que es como maruchán para bebés, pasó a formar parte sinequanón de mi alacena, el primer gerber se lo dí con dolor en el corazón "cómo estoy dándole esta basura comercial azucarada a mi hijo..." cuando le vi su cara de felicidad, se me fue derritiendo el pesar y como siempre la primera vez es la difícil y luego se hace mas fácil, ya se me hizo mas fácil, pasé a ser esa mamá irresponsable en el restaurante que saca el gerber de frutas de la pañalera, cada que hace "Plop!" la tapita yo escucho "Floja!" pero ya me acostumbré al bello sonidito, tratamos de limitar el gerber a las salidas... esta bien y a uno que otro Domingo de mucho "Plop!" pero siempre con medida.
No descartamos por completo de nuestras vidas el Baby Led Weanning, no estoy segura si a nosotros no nos funcionó porque le daban papillas en la guardería o porque su madre lo imagina intubado en terapia intensiva tras cada reflejo nauseoso (que sí mamá, sí son seguido!) pero al final lo que nos funcionó fue darle papilla, eso sí, probarle de diferentes sabores y en nuestro caso, volver siempre al bendito chayote y mezclárselo con carne molida, con pollo, con papa, con lo que se nos ocurra, mientras sea chayote se lo come de lo lindo. Pero a su vez, si salimos a comer, lo dejamos que nos quite del plato lo que le venga en gana, un pedazo de apio, zanahoria, brócoli, una embarrada de chocolate, una papa frita, lo que él quiera, nos hemos acostumbrado a ser esa familia a la que otras familias ven con asombro cuando ven al chiquillo feliz mordisqueando la papa frita o el pedazo de carne, mas cuando ven que tose y su madre tranquila le da unas palmaditas en la espalda y sigue comiendo. Actualmente a sus casi 10 meses le hemos dado otra oportunidad, ya con 6 dientes chuecos asomándose, su capacidad de mordisquear ha mejorado, se ahoga menos y come más, ensucia también más y por ende es más feliz, ayer por la noche lo hubieran visto devorar pedazos de calabazita cocida, pedazitos de pierna de pollo y su ahora favorita, un pedazo de alegría de postre.
Por que, se preguntará, por que la doctorsita esta le da a su bebé lo que se le ocurre, le da pedazos enteros, le da fresa, frambuesa, higo y dice que no lo recomendaría, a pues porque es mi hijo, verá, si mi hijo se me ahoga, si mi hijo se me enrroncha, si mi hijo resulta tener una alergia casi mortal al cacahuate y se me hincha como globo con el pan con crema de cacahuate que le doy de vez en cuando, es mi responsabilidad o mi irresponsabilidad si lo quiere ver así, por qué me arriesgo, por que mi esposo y yo hemos decidido ser ese tipo de padres, hay estudios contrarios al mandamiento convencional de esperar a darle a los niños muchos alimentos, que sugieren que el dárselos de forma temprana previene en realidad a la larga estas alergias, eso si, si su hijo es alérgico al cacahuate y se le pone de muerte, se le puede poner de muerte desde la primera vez que usted le de, el porcentaje de probabilidad lo desconozco, insisto, no es una entrada con finalidad de consejo médico pero si para nada, los médicos solemos ser en gran medida muy exagerados, por eso, porque si hay un riesgo del 0.1% de un resultado desastroso por hacer algo que en realidad pudiese evitarse (en este caso con el ejemplo de darle crema de cacahuate) pues no se va a arriesgar!, si yo mamá, me arriesgué, me sigo arriesgando, con lo que es mas preciado para mi en la vida, es porque no quiero criar con miedo, no crío con miedo, crío libre, como me viene, como lo siento, como me late, como se me hace lógico, sigo pocas normas, tengo pocas reglas, me gusta verlo embarrarse, me gusta verlo encuerado lleno de bolitas de alegría por todos lados, me gusta ver como se quiere llevar todo a la boca y sí, aunque no estén estériles o recién lavaditas las cosas, lo dejo, pero yo me responsabilizo, nosotros nos responsabilizamos y entre nosotros nos echamos la culpa, es nuestro hijo.
Si algo le puedo sugerir, es que lo disfrute, es una aventura, ya sea empezar con papillas o que se anime a darle un pedazito de zanahoria cocida o que tenga nervios de acero e implemente una ablactación libre de papillas, al final es su decisión, su pediatra la va a orientar, a aconsejar, a darle herramientas, le va a dar sugerencias, le decisión es suya, al final va a terminar comiéndose la tierra de la maceta cuando menos se lo espere con todo y gusanitos, haga lo que a usted y a su familia se le acomode, verlos crecer es mágico, verlos alcanzar pequeños peldaños no tiene precio, de verdad le deseo que lo que decida los haga felices a todos, no lo force, téngale paciencia, cada niño es diferente y cada niño crece a su paso y come a su paso, al final son gentesitas propias y únicas que se nos prestan un ratito para echar a perder a nuestro modo, pero eso sí, con mucho amor, gracias por leer.
sábado, 15 de noviembre de 2014
Las películas de terror, con hijo, sí son de terror.
Siempre he amado las películas de terror, en primer lugar, las de algún apocalipsis zombie, seguidas solo quizás, de la mona poseída, del muñeco diabólico, etc. Creo que mi amor por el cine de terror, inició drásticamente tras una infancia traumatizada por Freddy Krugger, la muñequita que hacía volar a Pedrito Fernández (si, penita), chucky el monito diabólico y las peores, las gemelitas pálidas del resplandor; al parecer llegué a un punto de mi vida donde para no vivir aterrorizada, logré convertir en mi cabeza estas películas en comedias retorcidas, entonces el terror pasó a ser el ir con Julieta al cine a ver una película de terror y vivir la vergüenza de sus risas de mula vieja cuando el asesino le volaba la cabeza al protagonista (perdón, al co-protagonista, el protagonista suele terminar con cabeza), el asesino se aparecía en el espejo del baño y todos gritaban, el zombie le extraía con destreza quirúrgica el intestino a una víctima, y demás atrocidades.
¿Que fue lo que me pasó?, ¿cuándo volveré a reírme a carcajadas tras el horrendo y lento desenlace de la actriz entaconada asesinada con la galleta maría?, ¿disfrutaré algún día de nuevo de ver una horda de zombies, ahora que los protagonistas cargan para todos lados con una bebita de la edad de meatball?...
Ya habíamos ido al cine con meatball gracias a (aplausos miles) "Cine Má", si no sabe de que estoy hablando, cinemex en algunas ciudades tiene la bendita opción, de colocar dos matinés a la semana (por desgracia solo una película cada tanto tiempo), exclusiva para papás con niños menores de dos años, y si, esta usted feliz en la sala con su chamaco pegado a la chichi, mientras el de unas filas atrás llora inconsolable, el otro decide que es buen momento para practicar sus sílabas nuevas, el del año y cachito se pasa la película haciendo preguntas sin respuesta y así, usted se siente mas acompañada en la vida que nunca, con una bola de padres igual o peor de estresados que morían por ir al cine.
Por obvias razones, hay cierto tipo de películas que no se transmiten en Cine Má, como "Annabelle", la famosa película que desató escándalos en algunos cines franceses y que para mi gusto, contaba con el aderezo mas delicioso de una película de terror, "es basada en hechos reales", cuando vi los cortos pensé, ni modo, esperemos a que mi marido pirata me la consiga en unos meses y la veremos cuando meatball esté bien dormido. Para nuestra fortuna, por condiciones de chamba, este mes logramos estar juntitos en tierras tapatías, osease en la misma tierra de los suegros tapatíos, osease traducido en idioma de madre "ya hay quien me cuide al niño".
Mi suegra gustosa propuso cuidarlo para que los papis pudiéramos tener, nada mas y nada menos que una cita romántica en el cine para ver "Anabelle"; usted que no es papá no me lo creerá, porque si quiere ir al cine, pues va al cine, en el mundo de uno, no es así, no hubo un solo día de la semana que no me motivara pensando "el Domingo iremos solos al cine, si, solos, sin salirnos a media película a limpiar pañales, sin darle chichi en la oscuridad con el estrés de que prendan las luces, sin turnarnos para ver quien pasea el niño mientras el otro pone atención en la trama, etc".
Llegose el bendito Domingo y llegose la hora pactada, yo me sentía mala madre lo que le sigue, pero uno se acostumbra a sentirse así casi todo el tiempo, casi casi le aventamos al meatball por la ventana del coche a su abuelita y nos fuimos emocionados a nuestra cita romántica y yo no soy una cita barata, así que ese día, no compramos la coca y las chokis en el abarrotes para meterla escondida en la mochila, yo exigí un resfresco de maquinita, de ese de chorromil pesos, crepas, palomitas y demás, el que quiera Azul Celeste!...
¿Ya vio usted Anabelle? le advierto, SPOILER ALERT!, desde que sale la escena de la mujer bien embarazada siendo acuchillada en la panza por el tipito loco empezó el problema, yo ya no me reí, ya no sentí chistosito, ya no fue solo un "híjole que malo" ya se me bajó la presión, no fue miedo, fue como un estrés muy muy fuerte!, un estrés que yo no sentía antes con este tipo de películas, para esto no me duró mucho el estrés, porque resulta que la mujer sigue con el embarazo y acaba teniendo una bebesita muy chula, hasta ahí todo bien.
Pero entonces, sí, la muñequita esa poseída, estaba muy mona en el cuarto del bebé, porque claro, si yo tuviera una muñeca de un metro con la cara mas horrenda del mundo y que estuvo en los brazos de la hippie crazy que se echó a sus propios papás para quedar bien con el novio al suicidarse la pondría obviamente en el cuarto de mi bebé, pos donde mas!
Entonces, de por si se me hace un poco terrorífico que un bebé duerma solito en su cuarto (perdón, que mi bebé durmiera solito en su cuarto, cada quien su bebé!) para acabarla, dormía con la monita esta que a nadie parecía estresar estuviera en una posición diferente cada que metían a la pobre chiquilla al cuarto. La protagonista (madre de la chiquilla, mujer impecable que pese a que le habían rebanado la panza una secta y la perseguía el cucuy andaba de lo mas guapa siempre), ya cuando agarra el rollo de que "algo le daba cosita" en su casa y no es la tubería, ¡seguía dejando a la bebé sola en el cuarto!" se le subía el muerto todas las noches y la bebé en el cuarto al otro extremo, no pude evitar tensarme de los hombros toda la película al ver que empezaban a crujir las paredes y la mujer en la sala, cuando el ente maligno se quería comer a su bebé o algo así , GOD DAMMIT! CUÉLGATE A ESE BEBÉ ¡GOD DAMMIT!
No siendo suficiente que a la mujer nunca se le ocurrió que quizás fuera un poquitín mas difícil para el chamuco llevarse a su bebé si esta hubiera estado pegada a su pechito, que "feliz" en su cuna, en su cuarto, con la mona diabólica, hay una escena donde la bendita mujer encuentra unos dibujitos donde aparece un camión estampándose contra la carriola de su bebé y dejando un charquito de "catsup" (que era tanto mi horror ante cualquier mínimo detalle que involucrara al bebé que en efecto estoy segura que era catsup) y la mujer, impecable, piensa, híjole, como que algo no anda bien, ya se, voy a salir con mi bebita en la carriola y vemos que pex, CUÉLGATELA EN UN REBOZO GOD DAMMIT!
Y si, esta afuera de su casa con una elegante carriola, cuando obvio, el ente maldito hace de las suyas y la carriola sale rodando a gran velocidad a estamparse contra un camión y claro, la bebé se salvó porque la traía colgada, osease, sí, si porteaba la mujer, pero solo de su depa a la planta baja, de ahí salía con su vistosa carriola... so... no era mas fácil traer a la plebita colgada para todos lados? Insisto, muy bonita la carriola y todo, pero... ¡no era mas sencillo nomás cargarla!
Como sea, el final es algo así como feliz, tras unos minutos horrorosos donde el ente endemoniado tiene a su hermosa bebita en el limbo o sabrá Dios donde y la mujer que al fin logra verse desesperada, la escucha llorar sin saber donde está (y yo le apretaba el brazo a mi marido), una vecina buena onda se tira del piso chorromil para que se aplaque el ente y entregue a la bebita (pocas películas de terror logran ser sensatas, esta no fue una, pero cumple el propósito), y la mamá recupera a la bebita y todos son felices para siempre. A ver, señora, a quien se le ocurre dormir a la bebita en su cuarto sola cuando ya esta bien establecido que se la quiere llevar la llorona!!! pero bueno, nos sacó eso que le sacan a uno las películas de terror que hacen que valga la pena la billetada que cuesta en estos tiempos la entrada al cine, el refresco (de maquinita!) palomitas, crepas y demás.
Ese día que fui a ver Anabelle acepté algo, hay terror sabroso y hay terror no sabroso, este no me gustó, realmente no logré lo que llevaba logrando desde los, no se, 12 años, de reírme a todo pulmón de los saltos ajenos y las malas actuaciones que le dan ese toque especial a las películas de terror, ahora ni las pésimas actuaciones me ayudaron, yo sufrí, no podía resistirme a pensar que meatball estaba solito en esa cuna con esa mona fea de un metro acechando su pura y divina almita, que meatball estaba en esa flamante carriola que salió disparada a estamparse contra el camión o que era meatball el que estaba en su alberquita de felicidad en esa panzita que recibió el navajazo, ¿que necesidad de sufrir?
De ahora en adelante, película con bebé, no cuenten conmigo, y no se si esto se limitará solo a películas con bebés, que tal la clásica película de terror con los adolescentes cuchiplanchadores que son masacrados en medio cuchiplancheo, y entonces, también me va a estresar que ese adolescente pudiera ser mi meatball algún día? tanto estresarme por la masacre como por que le mintió a sus papás y se fue a cuchiplanchar con la noviesita barata al monte? en fin, solo el tiempo lo dirá.
Hoy que visité a una de mis mejores amigas y madre ejemplar, suena mi celular con mi tono super profesional del intro de "the Walking dead" y me dice "a mi me gustaba mucho esa serie, no me la perdía, hasta que SPOILER ALERT! una de las protagonistas estando embarazada se somete a una cesárea casera con una navaja galleta maría-like y es asesinada por su hijo (el grandesito, no el recién nacido, no es ese tipo de serie...) para que no se convierta en zombie... juaat... Ahí me di cuenta, no soy la única, esto de ser mamá arraza hasta con los gustos y capacidades para ver ciertas películas, le pregunto a usted, cuantas mamás conoce que griten de la emoción cuando una horda de zombies llegan a la casa familiar a un "all you can eat".
Seamos felices, a partir de ahora, mommy films, cochinitos que hablan, comedias románticas cheesy, películas de super héroes o de monos que dominan el mundo (siempre y cuando no me pongan monos bebés), veamos Peppa pig, el tractor rojo, vocabularry, la niña chicana que le enseña a uno inglés, etc, pues que necesidad de sufrir deoquis y si usted no tiene bebé y disfruta de este tipo de películas, véalas, disfrútelas mucho, haga maratones, podría ser que sea la última vez que las disfrute, gracias por leer.
miércoles, 8 de octubre de 2014
Madre que trabaja: ni picha, ni cacha, ni deja batear
De donde yo vengo hay mucho beisbol, así que este es un dicho muy popular que no puedo evitar me llegue a la cabeza a cada rato, sobre todo en mis circunstancias, de mamá que trabaja y es algo así, quiero hacer de todo, pero no acabo haciendo nada bien, quiero dejar verdaderamente claro que no estoy generalizando y atreviéndome a poner sobre la mesa mi opinión sobre una madre que trabaja, pongo en la mesa por entero mi experiencia, lo que yo vivo, lo que yo siento, que hay madres capaces de pichar, cachar y batear no lo pongo por ningún segundo en duda, solo no me considero una de ellas, si usted está en mi grupo de madres desorganizadas que medio pichan, medio cachan y hacen un esfuerzo por batear, bienvenida a mi grupo, siéntase como en casa.
Alguna vez recuerdo haber recibido un correo (cuando uno recibía cadenitas a cada rato por el e mail, ahora los cadeneros han encontrado whatsapp y ni se apure, la teconología podría revolucionar y usted va a recibir cadenitas de todas formas en ese chip que va a traer instalado en el cerebro), no me acuerdo ni quien me lo envió y creo yo tendría algunos 18 o 19 años, era algo así, una mujer decía que odiaba el feminismo, que a que mujer loca se le había ocurrido ponerse pantalones y querer salir a trabajar cuando la realidad es, que ahora uno tiene que trabajar pero aparte, si, aparte, ser ama de casa, atender niños, perdón, medio atender niños y medio arreglar (porque aunque se pueda usted dar el lujo de pagarle a alguien con el salario extra para que le eche una manita un día o dos a la semana, la casa dura limpia en lo que la señora que le ayudó a usted llega a la parada de autobús) y entonces esta mujer se quejaba y claro está, culpaba a los hombres (que eso es bien fácil), por que ahora eran mas flojitos, en vista de que había dos sueldos en casa y seguían siendo tan flojitos, para querer que una a la llegada de la chamba les hiciera cenita calientita y tuviera una casita quasi decente.
Aquel día que recibí ese correo me indigné bastante, bastantísimo, está demás decir que no soy la fan número uno de las cadenas que si no mandas a diez personas serás devorado por el chupacabras y los primogénitos de todo tu linaje, pero este realmente me indignó por el contenido, yo feminista, de pantalones y futura profesionista, capaz y por mucho mas capaz que muchos hombres y a mi no me va a pasar, yo soy una mujer moderna, yo me voy a casar con un hombre que va a hacer la cena lunes miercoles y viernes, barrer martes y jueves, levantarse a atender al niño por la noche de igual forma la mitad de la semana y eso a mi no me va a pasar, como hay mujeres flojas.
Pero no estimada lectora, ya no odio a esa mujer que escribió eso que quizás no pensó que sería una cadena, a la mejor sería su blog... a la mejor lo escribió en su libretita de malas vibras (que usted no tiene una? bendita terapia, tenga su libretita negra, puede ser rosita si lo prefiere y escriba todas sus malas vibras, corajes, enojos y reproches... por favor.. guárdela bien!) y alguien se la encontró y decidió que era bueno y lo publicó, no me indigna, porque yo he sido esa mujer, no de forma sostenida ni mucho menos soy anti feminista ni condeno para nada a mi marido... casi nunca!, pero he tenido mis minutos, mis horas, que quisiera renunciar a todo y quedarme con mi meatball a jugar todo el día, aventar la computadora muy lejos y llevármelo a pasear al parque, aventar libros y agarrar un trapeador y dejar mi casa bien limpia oliendo a fabuloso (ok, ok, esto último nunca se me ha antojado...).
Hace poco me agarró uno de esos minutos mientras sostenía a mi meatball en brazos recién enlechadito, esas enlechadas que los dejan borrachitos de leche y de felicidad, faltaban sin embargo unos minutos para salir corriendo al Hospital y a su guardería y lo tenía que despertar y me sentí morir, él tan agusto tan calientito en mis brazos a esa hora de la mañana y yo lo tenía que despertar, ya se, que si lo echo al trapo se duerme y ya se que llegando a la guardería también pero no es eso, es el romperle su momento, sacarlo de su éxtasis de lechita porque su mamá tenía que llegar temprano al trabajo/escuela.
Dentro de mi pesar se me ocurrió... voy a desahogarme con un grupo de mamás en facebook que son muy "apegadas" a sus bebés (en realidad es mas como un lavadero virtual), pum, subo la foto de mi enlechado bebé con alguna frase en extremo dramática y si, luego luego, las otras mamás del mundo dejaron su jabón zote y sus trapos sucios y me empezaron a dar palabras de aliento "yo se lo que se siente, ánimo" "lo haces por su bien, tu puedes" pero claro está, la eterna lucha de las madres, bibi vs. chichi, trapo vs. carriola, pampers vs. ecobaby, ama de casa vs. mamá trabajadora "pues si tanto te duele para que vas a trabajar, o tendrás mucha necesidad?" y claro mi estimada lectora, cualquier cosa, si , cualquiera, que usted publique sobre sus sentimientos usted está permitiendo al mundo entero opinar, hurgar, quizás lastimarla si usted permita que pase y clarísimo que me lastimó, para que me pongo de pechito... por que me hizo cuestionarme aquella cuestión que inició desde la primera vez que vi su carita, "¿y sí tengo necesidad?".
En primer lugar, dígame, que es la necesidad? por que hay una necesidad que nadie discute, la de la madre soltera sin apoyo de nadie, pues tiene que comer esa criatura!, pero y yo tengo de esa necesidad?, no, no la tengo, primero esta el aceptarlo, no tengo esa necesidad por que se perfectamente que con el sueldo de mi marido podríamos organizarnos, sí claro posponiendo muchas metas a un plazo mas largo o de plano cambiando a metas menos ambiciosas, quizás habría unas buenas vacaciones pero cada venida de obispo, rentaríamos por mas tiempo o de forma indefinida, que se yo, nadie pasaría hambres, nadie traería los calcetines rotos, de perdida zurcidos pero no rotos entonces no, esa necesidad no la tengo pero si, trabajar es necesario para mi.
Amo mi trabajo, me hace muy muy feliz, para nada como amo a mi bolita de carne... pero si alguito... lo suficiente tantito como para necesitarlo, cada caso es distinto, cada quien tiene su necesidad y su circunstancia, para mi, este año es óptimo e indispensable, porque ya es el último de mi carrera, el último de 12 años de estudio, de esfuerzo, de sacrificios, de un juego de salto de obstáculos tremendo para llegar a la meta que algún día fue un sueño casi imposible y hoy esta a pocos meses de hacerse realidad.
Pero... y si no terminara este año? y si trabajo hasta donde se me permita sin la certificación necesaria y ya cuando me la pidan empiezo a voltear a ver otros consultorios u otros hospitales?... es mas, si ni me preocupo por certificarme y si ni trabajo, si me quedo en casa y me propongo a tenerla bonita y con comida calientita y hago las tareas diario con mi meatball y el reto de meatballs que tengamos pensado concebir? pues no, yo quiero certificarme porque soy académica y me gusta, porque quiero estar bien preparada, porque no es del todo "por ayudar a la gente" bien podría ayudar gente como muchos sin paga alguna en la cruz roja, tan fácil, me quedo de médico general y atiendo en una población rural recibiendo un pago mínimo para sustentarme, no, no es por completo por ayudar a la gente, es porque me encanta, me requete fascina, me llena el ego, me nutre, me proporciona satisfacciones académicas, personales, financieras, simplemente me encanta, porque pocas cosas en la vida me dan mas felicidad que sentarme a dar consulta y no cualquier consulta, consulta para atender niños y para echarle la cereza, la piel de los niños... por ende tengo que pagar, tengo que pagar con culpa, con la culpa eterna de no dedicarme al cien a mi bebé.
Me parece hay que llevar un día a la vez, y esto funciona supongo, acomodando prioridades todo el tiempo, esto lo bueno lo aprende uno muy bien en un servicio de urgencias, tienes aveces 15 o mas pacientes hospitalizados, poco personal y no hay nadie en la consulta... que hacer? y empieza uno a priorizar, aunque todo mundo le habla a uno al mismo tiempo, enfermeras, el adscrito, los internos, los papás de los pacientes (estos últimos mas bien gritan, se entiende), bloquea uno todo y atiende primero a la enfermera que le dice que el de la cama 1 está con la presión baja, uno sabe que eso es una urgencia, atiende uno al de la 1 y después le cambio las indicaciones al de la 2 porque es diabético y se le bajó el azucar, después al interno porque le trae exámenes de laboratorios alterados del niño de la 10, después de que atendió uno así en escalerita de lo mas grave a lo menos grave sale uno con la señora que le grita porque trae al niño con una astilla en el dedo desde hace 3 meses pero hoy le empezó a doler mas feo y uno anda ahí adentro perdiendo el tiempo (true story).
Así se la lleva uno, priorizando, al principio va siempre el nene y al final en mi caso, la casa, por eso si quiere usted echarse un cafesito un día la invito a un sanborns. Aunque parezca imposible salen, las cosas salen, pero medio salen! uno descuida mucho también su trabajo, este año no estudio ni la mitad de lo que estudiaba otros años, pero lo hago, no me saco 10 en el examen (esta bien, nunca me he sacado 10 en los examenes) pero me saco 7.5 y echo de gritos de emoción, priorizo, leo lo que tengo que leer en ese momento para resolver mis dudas, hago la clase que tengo que hacer ya sin animaciones ni monitos, en mi caso, aplico la excusa de ser el residente de mayor jerarquía para escaparme a la biblioteca a adelantar mis trabajos cuando tendría que estar dando consulta y ahí también surge la culpa, porque mis compañeros tienen que trabajar mas para que yo por "mis decisiones de vida personales" adelante trabajo por la mañana y no por la tarde como sería lo correcto y como lo hacen mis compañeros.
Estoy orgullosa de pichar, cachar y batear al mismo tiempo, pero también siento culpa cuando picho mal por andar cachando y se me cae la bola y aparte quiero batear, todos mis planes de vida se han reajustado para poder seguir haciendo las tres cosas, pero siempre siempre, primero ser pitcher... y después lo demás, aunque tenga que andarme disculpando todo el tiempo con el equipo por no cachar ni dejar batear, yo primero soy pitcher, porque el equipo para el que picheo es mas importante (perdón si se perdió toda la metáfora... verá usted que no se nada de beisbol).
Quiero añadir que admiro, requete admiro a una madre que se queda en casa, en especial si esta madre es profesionista porque estoy segura que tiene necesidad, que tiene sueños, proyectos, deseos y que los ha decidido aplazar, de forma temporal o quizás indefinidamente por dedicarse a su familia, por criar por completo a sus hijos y por mantener organizado su hogar, voy a aceptarlo, la envidio un poco, la envidia de la buena, y el que crea o la que crea que la madre que se queda en casa es por cómoda, no se ha quedado en casa con niños ni un día de su vida, se lo aseguro, he tenido días mas cansados en casa con un solo bebé que guardias completas, donde al menos sabía que en algún momento se iba a terminar, con bebé en casa la guardia no tiene fin.
Le deseo en verdad, madre trabajadora que no sienta culpa ni se deje que otra gente la haga sentir culpable, si usted trabaja pues es porque tiene que hacerlo, o porque realmente es necesario para usted ese ingreso, mantener ese nivel de vida o meramente porque dejar su trabajo le dejaría un vacío muy grande,no sienta nadita de culpa, que lo que este haciendo lo haga feliz, con ganas, que si decidimos trabajar pues lo hagamos y lo tratemos de hacer bien y que si su bebé se enferma un día, tómeselo, ponga sus días de vacaciones, pida mil disculpas al volver y pida trabajo extra para compensar su falta, un niño enfermo necesita a su mamá, necesita sus brazos, su calor, su tiempo, nada puede ser mas demandante que un niño enfermo. Si no le es posible y tiene que seguir trabajando y no hay forma de cambiar a otro trabajo mas flexible de verdad que le deseo lo mejor, el poco tiempo que le pueda dar a su bebé pues déselo de mucha calidad, habrá que sacrificar otras cosas, al final algo tiene que sacrificarse, hay que cuestionarse sin embargo, de esas cosas que sacrifique, cuales son recuperables y cuales no.
Si es como yo y se siente muy reflejada pues bienvenida al tren de la eterna de culpa, estoy segura que en algún momento uno se organiza y aprende a sacarlo todo a flote quizás hasta sin sentir culpa, pero no le pasa a uno eso de un día para otro, el día de ayer vivía para disfrutar tiempo con mi esposo y dedicarme a mi carrera, el día de hoy me dedico a ser mamá y busco la forma de disfrutar tiempo con mi meatball y mi marido, obviamente la pauta de que hacemos la lleva mi meatball y busco la forma de que mi carrera se mantenga a flote, ya no iré a muchos congresos, pero iré al mas importante, me tomaré un café bien cargado y me sentaré en primera fila en vez de ir a pasear y conocer la ciudad sede (me han contado...), ya no leeré un capítulo entero por gusto, pero leeré una guía práctica en el celular mientras meatball tome la siesta para mantenerme actualizada, quizás no pueda ver pacientes a todas horas, pero me acomodaré mi tiempo de trabajo para adaptarse con el horario de mi hijo y de mi esposo y por que no, es probable que un día me de el placer de recibirla en la consulta con un chiquillo amarrado a la espalda.
Al final, lo repetimos constantemente el marido y yo, pero constante para que no se nos olvide, preferimos tener una vida mas sencilla a sacrificar nuestro tiempo de familia por incrementar nuestros ingresos, en ese caso mejor, apechugamos el presupuesto y enseñamos a nuestros hijos a disfrutar las cosas de la vida que no tienen precio. Gracias por leer.
viernes, 15 de agosto de 2014
6 meses! 6 meses de lactancia materna exclusiva; ante todo y contra todo!
martes, 5 de agosto de 2014
El bautizo del terror
sábado, 12 de julio de 2014
Atada a ti
miércoles, 25 de junio de 2014
flying solo: la aventura de viajar sola con su bebé
Tuve hace apenas unos días una experiencia que me pareció de lo mas interesante e inmensamente gratificante, viajar sola en avión con el bebé; por que gratificante? a pues por que me repetía a mi misma cada 5 minutos o cada que veía a alguna mamá sufriendo con una carriola "bendito trapo, bendita lactancia materna".
El vuelo, déjeme ponerlo claro fue un vuelo rápido, de poco menos de una hora y también por pocos días, no se como será en su momento realizar un vuelo de mas de 2 horas o de mas de unos cuantos días pero la única forma de saberlo es aventándose, así como Diosito le de a entender, yo le comparto mi experiencia por que a mi me entretiene eso de compartir experiencias y espero le sirva de algo.
¨¿Que es lo que verdaderamente necesito?¨, es la pregunta básica. Primer reto, lograr hacer caber en una backpack (clásica mochilita escolar), cambios de ropa suficiente para su bebé y para usted de 2 o 3 días, teniendo también en cuenta que debe de hacer caberle a su mochila lo que usted normalmente carga en una pañalera, documentos, cargadores, maquillaje etc, y aquí es donde, le aconsejo (y esto solo es un consejo, si a usted se le hace abominable viajar solo con una backpack no pasa nada, con un buen trapo también puede documentar equipaje, solo perderá un poco mas de tiempo) que entierre un poco la vanidad y saque la practicidad, los mismos zapatitos cómodos que le sirvan para todo el viaje, los mismos jeans para dos días, blusitas delgadas que pueda hacer burrito en su mochila, un polvito, un ruborsito, desodorante y vamonos, lo mismo para la ropa de su bebé.
Ya con su backpack bien acomodadita se llega la hora de pedir solita un taxi al aeropuerto, no quiero con esto en ningún momento que crea que pienso que no colocar al bebé en una sillita para el coche es seguro, sin embargo ir en la parte de atrás de un taxi con su bebé en brazos, a mi sentido común es todavía mas inseguro que traerlo bien sujetadito de un gran trapo, hasta el cinturón se puede colocar uno buscando que una cinta quede por debajo de sus piesitos y la transversal quede por debajo de donde quedan sus pompitas, imagínelo, donde Dios guarde el taxi de un mal frenón su bebé se mantiene pegado a usted; donde usted no lo traiga muy bien agarrado saldría volando.
El viaje de ida a la visita marital y paternal fue una maravilla en realidad, de veras de veritas que me sentía la gran cosa caminando a gran velocidad por los pasillos del aeropuerto, provocando miradas de impresión, así con mi meatball dormidito calientito en un trapo bien amarrado de vistosos colores y una backpack cómoda en la espalda, es mas, hasta nomas por sentirme mas mejor persona todavía, me compré mi cafe latte alto con doble shot de expresso y vanilla sugar free en la cafetería chick del aeropuerto (pagando eso sí como si a uno le cobraran extra por sílaba en su pedido), imagínese, caminando pomposa, saltándonos la fila para documentar equipaje y directo así muy mona a la puerta de embarque.
Al escoger su asiento, le aconsejo que por mas que disfrute ver por la ventana, escoja pasillo, de verdad que no me imagino como me acomodaría para dar pecho en el asiento de en medio y de verdad que sería bastante simpático estar molestando a dos pasajeros para levantarse y que usted pueda usar el sanitario.
Ya sentada en nuestro lugar, se sienta enseguida de nosotros una muchachita muy simpática, muy monita y bien vestida, y me comenta lo que me infla mas el pecho "te estuve viendo con tu bebé, me encanta, padrísimo, como se llama eso?" y yo con aire de conocedora "se llama fular, es un trapote largo" "y debe de ser super complicado verdad" "no, mira, al principio si se necesita paciencia" y mientras le explicaba de las maravillas del trapo, sentía los puñitos de meatball empujarse contra mi, a lo cual coloqué mi backpack en mis piernas y empecé a abrir el cierre, a sacar mi capita de super mamá (el trapito cubre chichis), acomodármelo en su lugar, a sacar a meatball de su trapito, acomodar a meatball, a escondiditas subirme la blusa, y fue aquí cuando viví por vez primera, en ya cuatro meses que tengo a meatball conmigo, lo que fue una respuesta totalmente negativa a lo que yo estaba apunto de hacer.
A la guapa niña se le empezó a descomponer la cara, a torcer la boquita, a arquear las cejas, a respirar con dificultad, a sudar un poquito, etc. Yo no seré experta en lenguaje corporal, pero cualquiera con el mínimo sentido común se habría dado cuenta de lo que estaba pasando por su mente, por respeto a su descomposición facial terminé la conversación en seco "y pues luego es muy padre ponerte el trapo y así..." la muchachita supongo agradeció en silencio el que yo dejara de verla a los ojos y me concentrara en mis acciones porque de inmediato sacó su celular para "Mandar mensajitos" (si, en el avión), y poco después, que quizás se acordó que no podía mandar mensajitos, se "echó a dormir", de verdad que no me molestó dicha respuesta corporal a mi forma de alimentar a mi bebé, es mas, creo que la muchacha se sintió algo así, imagínese que usted viajara a no se, Tutulandia, un lugar lejano que visita por primera vez, en Tutulandia la gente es super amigable, pero como en todo lugar muy muy lejano, la gente tiene costumbres diferentes, un día en Tutulandia usted le saca plática a una señora amable en la calle, "que bonito está aquí el clima en su ciudad" "ah si, aquí en esta época del año siempre hay sol" y mientras le platica la señora sobre el clima usted ve que saca de su backpack un trapito y se lo amarra a la cintura, debajo del trapito se empieza a desabrochar su pantalón, se lo empieza a bajar (usted no ve nada porque trae su trapito pero sabe perfectamente lo que esta pasando) y le sigue platicando sobre el clima, se empieza a colocar en cuclillas y empieza usted a escuchar lo que a usted se le ocurra que podría escuchar en ese momento, es mas, si hasta ese momento usted sigue con su cara de poker viendo a la señora simpática, la va a ver usted hasta hacer algunas caritas... se siente usted incómodo?... a, pero es natural, todo el mundo lo hace, en Tutulandia no hay sanitarios, la gente hace lo que tenga que hacer en todos lados porque así son sus costumbres... se imagina usted la incomodidad que sentiría en ese momento?, apoco no se le antojaría sacar su celular y hacer como que manda mensajitos?
Yo siento que eso fue exactamente lo que sintió esa muchacha linda, por eso, por compasión a ella, terminé en seco la conversación y obviamente no nos volvimos a dirigir la palabra en todo el vuelo, mas teniendo en cuenta que prácticamente todo el vuelo fui pegada de meatball, le repito, no me enoja, no me indigna, para nada, yo creo que como país todavía no estamos ahí, en ese punto en donde todo el mundo celebre la lactancia materna, muchas pero muchas personas lo ven así como le hice la analogía "será natural pero por que no lo va y lo hace en un baño" y de verdad que lo entiendo, no lo justifico pero lo entiendo, no siempre fui mamá, creo que en vez de soltar un discurso, que quizás haya a quien se le de eso, a mi no, mejor doy pecho, así, lo sigo haciendo, ese es mi gran discurso silencioso, a la mejor ni siquiera lo es este blog, yo sigo dando pecho en todos lados porque demuestro con ello que por eso, por que soy una mujer con educación y conocimiento lo hago, porque estoy segura de que es lo mejor, de que es la referencia, la pauta a seguir, lo hago, tengo fe que en algunos añitos, a la mejor en muchitos, lo raro va a ser ver a alguien sacar un biberón y no lo contrario.
Además del haber vivido por vez primera el rechazo evidente a mi decisión de lactar a mi bebé, el vuelo fue una maravilla, le ha tocado a usted un vuelo en donde ameniza todo el rato un bebé chillón? seguro si, es terrible, pocas cosas hay peores que escuchar a un bebé llorar, mas si usted esta considerando relajarse, pues tranquila, si usted da pecho, su bebé no será ese bebé chillón, al succionar su pecho su bebé no solo se relaja o se duerme, la succión ayuda a que se destapen sus oídos, lo que hace que no le duelan, olvídese del vasito en las orejas o de las gotitas de afrin que puede hacerle daño, le va dando pecho y punto, quizás como en mi caso despierte mas de una mirada de desaprobación para lo cual debe de estar lista, pero no será usted causa de molestia a otros pasajeros por el llanto de su bebito.
El viaje de regreso fue una historia un tanto diferente, hasta la llegada a la sala de abordaje todo estuvo muy bien, mi meatball seguía dormido feliz en su trapo, sin embargo en esta ocasión no pude salir corriendo a cambiarlo antes de abordar porque teníamos que tomar un camionsito que nos llevaba al embarque, de ahí por ser "La del bebé" fui de las primeras en abordar, conociendo los horarios intestinales de mi bebé, se me hacía imposible correr al baño del avión por que el resto de pasajeros seguía subiendo por el estrecho pasillo, así que ni modo, no hay mejor botón de mute que la chichi, a comer, todo iba bien hasta que los pasajeros a mi lado llegaron al final y pues bueno, les pedí me dieran un minuto para desenchufarme al bebé y acomodarme para que pasaran, a pues ahí se fue todo por la borda, al quitarle su preciado pechito se echa el hombre a llorar como nunca, a todo pulmón, y claro, siente uno como cuchillos las miradas de los pasajeros, pasa la pareja enamorada a mi lado y por mas que me acomodé, estaba mi meatball tan enojado por que le quité el pecho que no paraba de llorar, como todo buen niño de guardería, vive constantemente con moquitos, no enfermo, es un niño muy sano con mocos y punto, pues pensando que quizás por los moquitos no podía comer, empecé a sacar como pude, con el niño llorón y sucio en un brazo y con el otro buscando a tientas en mi backpack la solución salina y el chupa moquitos. Ahí las miradas mas bien las sentía de compasión, el enamorado a mi lado me ofreció ayuda en lo posible (como verá, una actitud completamente diferente a la chavita del otro vuelo, a la mejor a la otra le faltaba un poquito de amor), la cual agradecí sin saber realmente como hacer uso de ella, me acomodé al chiquillo en las piernas, le aventé los tehuacanazos de solución salina haciéndolo llorar mas fuerte y ante las miradas anonadadas de los pasajeros, le puse el chupa moquitos (su verdadero nombre es nose frida, es una maravilla, un tubito que se encaja en la narinita de su bebé y se conecta a una boquilla que usted succiona con fuerza, realmente no se come los moquitos, se quedan en el tubito, comérselos es opcional) y a chupar moquitos, que padrísimo verdad? divertidísimo, para esto el avión ya estaba despegando y yo maniobrando con destreza con mi niño chillón y mocoso.
Ya sin mocos y apagándose la señal del cinturón pasé al baño del avión, la verdad no sabía ni que esperar, pero era obvio que tenía que haber alguna mesita, solo que, para las novatas como yo, que como siempre tomo vuelos cortos creo que era la primera vez que tenía que utilizar el baño de un avión, hay una mesita completamente plana que se despliega sobre el inodoro, ahí usted así con la turbulencia, maniobra con gracia la cambiada de pañales de su bebé que gira de un lado a otro como rodillo, ya con el niño limpio pensé que todo mejoraría, me lo amarré al trapo (que yo no se como le hacen las mamás que no traen trapo y los cargan en brazos, el avión en este caso se movía bastante, imagínese que debe de sujetar con una mano a su bebé y con la otra sostenerse de donde pueda para llegar a su lugar) y me fui a mi lugar con mucho cuidadito, desgreñando a uno que otro pasajero con mi backpack, siempre pidiendo disculpas.
Ya en mi lugar, a dar pecho nuevamente, para esto yo me veo en la penosa e incómoda necesidad de usar una pezonera para dar pecho, que si no sabe que es, es un pedacito de silicón de lo mas incómodo que se tiene usted que estar poniendo donde su nombre lo indica para que su bebé no le destroce los pezones, supuestamente la necesitaríamos por unos días, pero al parecer por el paladar alto de mi bebé, me sigue destrozando si no la uso y pues ni modo, lo que sea con tal de seguir invictos con la lactancia. Ya explicándole el incómodo asunto de la pezonera, ya con meatball acomodadito no logré encontrarla, siendo un plastiquito transparente perderlo es la cosa mas sencilla, buscándolo como loca por el suelo y en el asiento ante la insistente mirada compasiva del vecino, le dí así, a rais, aguantando el exquisito dolorsito, y nuevamente me topo con otra cara en descomposición. La muchachita de al lado cruzando el pasillo me pregunta con dulzura "esto es tuyo?" a lo que veo en cámara lenta, como sujeta mi pezonera con sus limpias manitas y al levantarla hacia mi, la ve, le encuentra forma y se pone pálida pálida, pues que hago, la tomo rápido y le doy un "Muchas gracias" seguido en mi cabeza de un "...mis condolencias, si, es eso que te imaginas y si, lo agarraste con tus manitas limpias", en cuanto la tomo en las manos escucho el ruidito de motor de lanchita viejta que sale del pequeño cuerpo de mi meatball... aquí vamos otra vez, nuevamente al baño del avión, dando golpes en la cabeza a los pasajeros con mi backpack, me dice el sobrecargo "solo dese prisa por favor, ya va a aterrizar el avión" a lo que contesté un "claro que si, rapidísimo" pero realmente pensando, como se nota que jamás has limpiado una colita sucia en el baño de un avión.
Después de limpiar a meatball con la mayor rapidez posible, salí de nuevo a mi asiento, viendo con triste simpatía como la muchacha salía casi corriendo al baño, hasta escuché cuando el sobrecargo le hizo la misma observación que a mi y la niña respondió "solo NECESITO lavarme las manos" que mas le queda a uno que sonreír para sus adentros y verle la gracia al asunto, que mejor que voltear a ver a su pequeño cómplice en sus brazos y decirle al oído "mira las peripecias que me haces pasar".
Después de un vuelo que sentí como de un continente a otro, llegamos, solo para disfrutar otra maravilla de volar sola con el bebé, se salta uno la fila para tomar un taxi, la ven a uno con bebé y la pasan a la fila de los discapacitados, osease que la ven a uno un poquito como discapacitada lo cual para fines prácticos esta perfecto.
Le cuento mi travesía como herramienta sutil de fomento a la lactancia materna, que si le toca, que yo creo que si le va a tocar, alguna mirada desaprobatoria de la misma, sepase que no esta sola, y sepase valiente, siéntase mercenaria, no se le olvide que esta poniendo de su parte para luchar a su forma por el derecho de los niños, del suyo y del resto, de alimentarse de la forma en la que la naturaleza nos dio por decreto, día a día usted le encontrará mas y mas ventajas, en mi caso yo le encontré en mi experiencia esta maravillosa ventaja, la de poder viajar ligera y ofrecerle a su bebé (y al resto de los pasajeros) un vuelo tranquilo (que si pegó de gritos por la desenchufada, pero de ahí en adelante volvió a ser mi maravilloso silencioso bebé), pruebe si gusta a cargarlo en un trapo, la única forma de saber que no es para usted es probar, si se le hace muy complicado pues ya no lo vuelve a intentar si no quiere, pero si logra presenciar como yo, la carita de paz de su bebé al sentirse amarradito y calientito cerca de su corazón, lo pondrá en práctica (y créame, tarda uno varios días en que le quede bien amarrado) y si se arma de valor y se avienta a agarrar un vuelo, un viaje en autobús (que es mi siguiente reto) se amarra a su niño al trapo y se lleva su capita de super mamá (o ni eso, a nadie nos gusta comer tapados) regalese el gusto de comprarse la bebida con mas sílabas que se le ocurra, o comprese esa revista de chismes que nunca se compra, los esquites, la coca, lo que guste, al fin que tendrá usted dos manos libres y algunas calorías extras que pueda consumir, gracias por leer.
jueves, 19 de junio de 2014
Look de mamá: cabellos en huelga
No se si usted alguna vez se haya puesto a pensar, por qué las mamás (sobre todo las nuevas) de repente nomas se hacen mamás y ya andan pelonas, al menos yo en lo personal siempre que veía a una soccer mom así con sus pelitos cortos pensaba para mis adentros "ay si ay si, nomas soy mamá y me voy a cortar los pelos y a comprarme una windstar".
En todas sociedades hay grupos, eso nunca va a cambiar, a mi siempre me dieron mucha flojerita los grupos de mamis, osease que ya uno se reproduce y se le acabó la conversación sobre ropa, muchachos, accesorios, películas, libros, etc, ya todo es "mira, en esta foto, haciendo burujitos", "a mira, aquí sigue haciendo burujitos pero mira como paró una cejita", "esta es la mejor, burujitos pero con media sonrisa" o "es super inteligente, se sabe todas las vocales, se sigue haciendo caca en el pañal pero creo que es un genio", que flojera verdad? pues nunca diga de esa agua no beberé.
Dentro de los grupos de mamás, resulta que también hay diferentes tipos de mamás y algo que a uno le recomiendan otras mamás en internet es buscar su propia tribu, es como natural, casi veo a las mamás de las cavernas haciendo grupitos, eso es normal, así usted empezará a hacer cuentas en su cabezita de las "mainstream mom", que se pierde en traducción pero es algo así como, "convencional" la que trae su carreolita por la plaza, quizás lleve al niño a la guardería, a la mejor da pecho pero prefiere la fórmula o complementa, compra los videos de baby einstein, compra papillas heinz, gerber, etc. Está la mamá "no mamá" esa mamá que realmente parece no mamá, que sigue saliendo a los mismos lugares que salía antes de ser mamá, que tiene una nana o dos, que sigue con sus dos empleos o que es "ama de casa" pero tiene lunesitos, martesitos, miercolitos, con las amigas, que si tiene carriola no sabe usarla bien porque la nana es la que la carga, etc. Está la mamá "crunchy" la que solo da chichi y a todo mundo le platica de las chichis y presume de dar chichi, casi siempre es ama de casa o trabaja medio tiempo solamente, carga al niño en un trapo, aveces ella misma hace el trapo (hay niveles de crunchy) puede usar pañales de tela, compra frutas y verduras frescas en el mercado, etc.
Yo creo que la mayoría de las mamás tenemos poquito de todas estas últimas mamás, siempre inclinándonos como mas hacia un grupo, yo como usted comprenderá si ha leído mis otras entradas, soy mas bien medio crunchy, pero uso pañales deshechables, como pizza recalentada casi a diario y sigo llendo a hooters con los de la chamba (eso si, con el bebé colgado, así las chichicas de hooters lo tratan a uno mejor). A lo que voy entonces con lo de los grupos es que siempre hay algo que nos une a todas, un incondicional amor por el bebé (si, también la no mamá ama a su bebé solo lleva una maternidad diferente) y que muchas se deciden por cortarse el cabello bien cortito.
Yo siempre pensé como le dije, que se lo cortaban por chick, por sentirse mamás, a pues no, resulta que hay una oscura verdad que se oculta detrás de esas greñitas escasas. Otro de los increíbles cambios con esto de la maternidad es que sus cabellos harán una huelga, así como lo oye, una huelga de masomenos 3 meses, una huelga que no inicia luego luego (imagínese con los infortunios del puerperio y aparte quedarse pelona, jesús), inicia poquito antes o poquito después a los 3 meses de su bebé, como para cuando usted ya se está aclimatando un poquito, yo esto ya lo sabía como toda dermatóloga lo sabe, claro que lo sabía, se llama efluvio, pero no es mas que una huelga de pelos, resulta que ya no quieren estar en su cabeza, solo que nunca imaginé lo que se sentiría en realidad.
Empieza de poco a poquito, un día usted le esta dando chichi a su bebé y le encuentra un cabello entre sus deditos, se lo quita con dulzura y lo avienta al suelo, a todos se nos cae el pelo, pero luego cuando lo tapa con su cobijita, se empieza a encontrar pelos, no uno, mas bien unos 3 o 4 pelos, híjole... a la mejor es eso del efluvio, bueno, es normal, pues no, va a usted a bañarse, y ya no son 4 pelos, son 40 pelos, así, 40, cuando se cepilla el pelo otros 50, si se lo seca con secadora nomas ve en la pared tras de usted otros 30 o 40 pelos pegados, llega un punto donde ya no quiere ni tocarse usted la cabeza por miedo a que se les unan mas a la huelga de pelos.
Deje usted la vanidad, en mi caso no fue un golpe fuerte a mi vanidad, poquito cabello yo he tenido siempre, que mas da tener mas poquito, alcabos que tengo un artículo maravilloso colgado de un vistoso trapo todo el tiempo, ni quien me mire los pelos. Imagínese su casa! empieza uno después de unos días a caminar como entre pastizal, pelos en todos lados, pelos en su bebé, en su ropa, en la cama, en la almohada, bueno hasta pelos colgando del techo, saca usted su ropa de la secadora y sale llena de marañitas de cabellos, olvídese del desague, por alguna razón su regadera se convierte en tina y la coladera se ve como que va a salirle en cualquier ratito la niña de "el aro", y eso que yo tengo poquito y delgadito el cabello, mis respetos a las mas greñudas.
Pues si, la huelga de pelos la hace a usted salir corriendo a su peluquero de confianza, en mi caso, que mi peluquero de confianza viene siendo el cupón de corte de cabello mas barato que me encuentre en groupon, pues ahí, y como todo buen cupón, la cita se la dan como en un mes, y ahí estuve yo esas 2 o 3 semanas esperando la bendita cita queriéndome cortar los pelos con las tijeras baco o con una hoja de bisturí, aguanté nomas por la poquita vanidad que me queda, los pelos se seguirán cayendo pero al menos ya barre uno pelos chiquitos, ya le desatora uno de los deditos al niño pelos chiquitos, ya tarda uno mas en ver a la niña del aro ir por su alma.
Resulta que esto de cortarse uno el pelo, también ha de ser designio natural, porque no tiene idea de como se le facilita la vida, primero uno se ve un poquito mejor de lo que espera si en su caso como en el mio sus expectativas están de la coladera para abajo, ni se diga si su marido le dice que se ve usted mas joven (que bueno, el mio me decía que me veía delgada 18 kilos atrás en el embarazo así que no es muy buena referencia) en mi bendito caso con mis 3 pelos lacios me ahorro unos 5 minutos en la secada del cabello en las noches por que se seca solito, son 5 minutos mas de platicar con meatball, en la mañana me ahorro otros 5 minutos de la peinada, me paso el cepillo 3 veces y vámonos, a besarle sus piesitos a meatball, me ahorro seguro otros 10 minutos de lo que tardaba yo en la noche haciéndome una colita en la oscuridad para darle de comer a meatball en sus múltiples levantadas y no darle leche con pelos y lo que he descubierto es lo mejor; ha oído usted de los "besitos de mariposa?" esos que según se dan pestañita contra pestañita, a pues yo les llamo a estos "besitos de trapeador" los que le doy a meatball con mi cabello en su carita y lo hacen soltar carcajaditas.
Así que repito, nunca diga "de esa agua no beberé"; si esta usted embarazada disfrute pensando "a mi eso no me va a pasar, a ella porque todo le pasa", acaricie su larga cabellera brillante con orgullo, vaya viendo en su tiempo libre cortes cortitos, si es usted muy valiente a la mejor se avienta con un corte andrógino (como de batito), si no es tan valiente como en mi caso a la mejor algo a medio cuellito, al final del día considere la posibilidad que no solo su celular va a estar atestado de fotografías de su bebé (que sus amigos van a ver todas iguales aunque usted encuentre en cada una la diferencia), que va a terminar en algún grupo de mamás que considere su tribu y que a la mejor va a terminar con su cabello bien cortito o por esconder la pelonera o como en mi caso por no querer vivir ya mas en un pastizal, le aseguro que va a ser una excelente decisión y que quizás para cuando su cabello la perdone y vuelva a su cabeza, ya tendrá un chiquillo correteando por toda la casa que la deje hacerse una trenzita de vez en cuando o hasta darse una planchadita de pelos, bienvenida al grupo de las mamás.