lunes, 19 de mayo de 2014

El colecho: El vicio de dormir con el crío


Permítame admitir con un poquito de verguenza que yo se muy poquitas cosas de casi todo. De música clásica se poquito, de ópera otro tantito, de arquitectura ahí si casi nada, de deportes... creo que nada, de pintura poquitito mas que nadita.

Pongo sin embargo esta divina pintura como foto de la entrada, porque al verla la piel se me puso chinita, supongo que la gente que si sabe de pintura y de otras expresiones de arte siente esto al ver cositas abstractas que uno no entiende, casitas con su jardinsito, monitos bizarros subiendo escaleras, etc. A mi supongo que me me dio ese sentimiento porque me vi muy reflejada.

Hablando poquito de este retrato (no mucho, se lo juro), el artista es Gustav Klimt, la obra, en google no se ponen bien de acuerdo como se llama (y si google no sabe, nadie sabe) la puede encontrar como "Mother and child" o "The three ages of Woman" (Madre y niño o las tres etapas de la mujer); para esto la primer versión que vi (que una colega publicó en redes sociales el día de las madres), solo tenia a la mujer joven y hermosa con su precioso bebé, ya buscando esta imagen nuevamente me encuentro con que el retrato completito sin recortes, lleva la imagen sobrepuesta de una vieja señora de senos caídos y vientre abultado, quizás cursando sus últimos años o últimos minutos de vida, se toma el rostro con dolor, como recordando algo. Ni los conocedores se ponen bien de acuerdo con el significado de este cuadro, las feministas al parecer se enojaron porque muestra la etapa de joven de la mujer (de las tres etapas) como una madre fértil y pues uno puede ser joven y bella sin ser madre y otros dicen que da a entender que el pobre bebé desde que nace empieza a morir, dándole un mensaje lúgubre, así que con mayor razón me siento con el derecho de darle mi propio significado.

Antes de darle mi opinión sobre esta pintura (quizás ya se lo esté formando en su mente), permitame compartirle mi experiencia con el colecho.

La primera vez que "coleché" con meatball fue la primer noche de su nacimiento, yo era víctima de mi propio éxito, dejaron al bebé conmigo, triunfó el bien sobre el mal; ahora que hago con este bebé?. Por la noche al fin descansé de visitas y nos quedamos juntos por primera vez como nueva familia, mi marido, mi bebé y yo, como yo estaba bloqueada de la cintura para abajo, cada que meatball emitía un sonidito yo despertaba a mi marido (Dios bendiga a los buenos esposos como al mio pero que difícil es despertarlos!) le pedía que me pasara al bebé y le daba pecho, cuando terminaba volvía a despertar al  marido, que tras 5 a 10 minutos después se despertaba y ponía de nuevo al bebé en su bacinete. Algo no se sentía bien, algo me faltaba, obviamente no lograba conciliar el sueño, lo veía desde mi alta cama de hospital ahí solito en su bacinete, buscando con su carita algún calorsito cercano sin encontrarlo, abriendo sus ojitos en su carita hinchada y mirando al horizonte, algo no estaba bien. En una de las 6 o 7 ocasiones que se despertó de nuevo emitiendo un llantito decidí ya no despertar al marido, creo porque sentía necesidad de hacer esto sola. Jalé como pude el bacinete, maniobré mi camita con el control remoto hasta poder sostener al bebé y me lo puse al pecho, cuando terminó de comer sabía que no podría maniobrar ponerlo de nuevo en su bacinete (y creo que lo hice a propósito) así que lo abracé fuerte, el instinto me hizo descubrirle su panzita y ponerlo sobre mi pecho, directo en la piel, bajo la batita y al fin entonces sentí que algo estaba bien, no era razonable, era peligroso, con un bebesito ahí sobre su mamá bloqueada de la cintura para abajo, que tal si se me cae, que tal si lo aplasto, que tal si le da frío ahí encueradito, que tal si, que tal si. Lo único que yo sabía es que se sentía bien, al fin cerró sus ojitos y nos "dormimos" ahí toda la noche, porque cuando empezaba a acariciarme con su narizita sabía que necesitaba comer y lo alimentaba y nos volvíamos a dormir ahí abrazaditos peligrosamente.

Al día siguiente, le pedí a mi marido que no le dijera a nadie que dormí con el bebé, me iban a matar! como dormir con el bebé! a quien se le ocurre! madre desnaturalizada! la siguiente noche lo puse en su bacinete y despertaba a mi marido a cada rato, no dormí nada esa noche.

Ya en casa, como debe de ser, ponía al niño en su moisesito, la historia de mis primeras noches era mas o menos así. Por ahí de las 6 o 7 de la tarde le daba pecho una vez, dos, tres, cuatro, cincseissi diez veces y entonces ya se dormía por eso de las 11 de la noche, lo acostaba en su moisesito y al fin me acostaba en mi cama, a las 2 o 3 horas empezaba el llanto, otra vez, a comer una o dos veces, a sacar el gasesito y al moisesito, 10 minutos y llanto, a pasear al nene, a cantarle al nene, a ponerlo a la luz que porque así se arrulla, a poner "white noise" en youtube que porque eso los relaja, hasta la secadora del cabello prendía, una o dos horas después tras mis múltiples malabarismos el nene se dormía y con la gracia de una gacela lo ponía de nuevo en su moisesito, perfecto, una hora después, ya pedía otra vez pecho y volvía a empezar el cuento, este continuaba como hasta las 6 o 7 de la mañana donde ahí si no había secadora de cabello, ni white noise, ni canción de cuna ni pechito que lo durmiera, el nene quería ver el mundo (por favor no pregunte por el marido).

Después de varios días de repetirse la misma historia, tras cerca de una hora de arrullarlo, ponerlo en su moisesito, escucharlo llorar de nuevo, lo tomé  y lo puse sobre el brazo del marido (si, como diciendo eso que usted se esta imaginando) para mi sorpresa, bueno, no tanto, el marido solo tuvo que darle unas palmaditas con su mano y el nene se acomodó perfectamente entre su brazo y su pecho, se arrulló solito, buscó el calor de papá y eso fue suficiente, no necesitó white noise, no necesito la secadora, mis canciones inventadas o mi arrullo, solo quería el calor de su papá.

A partir de esa noche me puse en huelga, dormiría con mi bebé, muerta de miedo, yo creo que lo primero de lo que uno se acuerda es de aquella historia de Simón el sabio en la biblia que les arregla el problema a aquellas dos señoras que dormían con sus hijos, como a uno lo aplastaron y les quedó otro, les dijo "lo partimos o que ondas" y entonces salió la verdadera madre y dijo "no, pues que se lo quede la vecina" y la vecina dijo "por mi que lo partan, shot la cabeza" y Simón que era muy sabio supo quien era la verdadera mamá.

Pues el miedo a aplastar a meatball y hacer meatsauce se me quitó esa misma noche, lo acosté junto a mi, mandé al pobre marido al suelo, le di pecho acostada y ahí se durmió de inmediato, plácidamente, sintiendo el calor de mi cuerpo, yo me quedé inmovil toda la noche, temerosa, pero jamás lo escuché llorar, si quería comer me acariciaba con su narizita y yo ya le estaba dando, medio dormida medio despierta, terminaba el plato y a dormir y otra vez hasta dentro de tres horas, aveces hasta cuatro, esa primer mañana yo me sentí increíble, descansada, con energía pero llena de culpa, ya les conté la historia del sabio Simón.

Uno de esos días fue a visitarme una muy querida amiga que también es mamá y como ella también es mamá pues me atreví a confesarle... duermo con meatball, no cerca, no en otra cama, conmigo en la cama, pegadito a mi.... Para mi sorpresa mi amiga lo consideró lo mas natural del mundo, utilizó la palabra "colecho" (que yo no le dije que no sabía si me estaba platicando de sabores de pastel, mejor después investigaba) inclusive me dijo orgullosa que ella también lo practicaba.

Como todo lo que merece denominarse con un verbo merece una pequeña investigadita yo me puse a leer (que si a que horas leía? a pues cuando uno da pecho 22 horas del día le queda a uno al menos una mano libre y ahí encaja perfectamente un celular con acceso a internet), resulta que en efecto, el colecho es el acto donde el crío duerme con uno de los progenitores o con ambos, resultase que no es tan raro en países orientales, al parecer allá es raro quien no lo practica, donde si es raro raro es en países occidentales; el colecho (contrario a lo que yo creía y lo que la mayoría de las personas creen) no favorece la famosa muerte de cuna, estudios recientes muestran todo lo contrario, puesto que el colecho fomenta la lactancia materna (uno solo tiene que rodar-plug in-rudar-plug in) lo cual se ha visto reduce de forma importante la incidencia de síndrome de muerte súbita infantil (la muerte esa de cuna), hay varias "reglas" para que el colecho sea seguro, a mi la verdad se me hacen cosas de sentido común; no echarle la cobijota san marcos al niño, no tomarse unos whiskys antes de irse a la cama, no fumar, no tomar medicamentos "fuertesitos", no dormir en colchón de agua o colchones demasiado aguaditos, no usar las mil almohadas, etc. Se puede denominar colecho si se duerme con la cunita del bebé muy pegadita, o con el moisesito sobre la cama o hay unas cunitas especiales a las cuales se les quitan las rejitas del lado que pegue a su cama para que ahí tenga usted al niño a su alcance, a mi esta última nunca me pareció práctica porque ahí no se podría practicar el "rodar-plug in-rodar-plug in" porque habría que estar sacando al niño para rodar y no se bien como funcionaría el plug-in con el niño tan lejos de usted, supongo que hay mujeres que si tienen esa posibilidad anatómica.

Ya terminando de explicarle a usted de como yo acabé sin querer y culposamente colechando y de como ya esta bien esclarecido que el colecho no fomenta el aplastamiento de menores, vuelvo nuevamente a la pintura del señor Klimt y a mi versión de su significado.

Yo pienso que la mujer viejesita que se lamenta, es la misma mujer joven que abraza amorosa a su pequeño, no se porque se lamenta, no se porque lo recuerda con tanto dolor, quizás perdió a su pequeño o quizás está enfrentando los últimos alientos de su vida y eso nos obligaría a todos a ver hacia el pasado, porque de presente ya no hay mucho y futuro ya no habrá; hasta ahora en mi vida, ni mi hermosa boda, ni el haber pasado el examen mas difícil, ni esa navidad con toda la familia junta, ni cuando mi marido me pidió que me casara con él ni mi primer beso ni esa reunión con las hermanas llena de risas se acerca ni tantito a la intensidad de emociones que yo he sentido al dormir con mi pequeño en brazos, que la mirada plácida y llena de júbilo, de la mujer joven que pinta Klimt se queda cortita. Porque se cruzan todos los sentidos, uno lo huele, lo besa, lo acaricia, lo mira ahí dormidito y se quiere uno volver loco de amor, a mi a cada rato me dan ganas de soltarme llorando nomas de verlo, pero me las aguanto, porque meatball no puede verme llorar, en este momento de su vida soy su super heroína, todo lo puedo, todo lo resuelvo, todo lo manejo bien, ya que crezca y se de cuenta de que soy también una persona débil, sentimental, despistada, pues ya será otra historia, pero ahorita tengo que amarrarme bien mi capa.

El niño que colecha es un niño que no se oye llorar o casi no se oye, porque apenas empieza a estirar sus puñitos, a fruncir su pequeño entrecejo, a hacer esos ruiditos de forcejeo como si estuviera teniendo pesadillas, que no se que pesadillas puede tener un monito de tres meses pero parecen terrores nocturnos, ahí esta mamá, cerquita, lo abraza, le besa la frente, le apapacha la panzita y entonces vuelve a dormir, con sus brazitos estirados tocando a mamá. Que si se mete a la boca los puñitos ahí también esta mamá con la cena y las 2 o 3 colaciones siempre listas. Porque no imagino mejor forma de despertar que las manitas de meatball buscándome y sus ojitos abiertos observando los mios.

Yo creo que esta señora viejita sufre porque ese, ese es el mejor de todos sus recuerdos, porque no puede haber otro recuerdo mejor en su vida que aquel día o noche o aquellas noches, que abrazaba a su pequeño hasta quedarse dormida y le duele o porque lo ha perdido o porque ya no puede volver el tiempo y su pequeño creció o deseó haberlo hecho mas seguido.

Que si divide a la pareja, que si es un obstáculo para la intimidad, yo creo que cuando una pareja se ama y surge un producto de ese amor, la intimidad toma otro nombre, otro significado, se comparte, porque eramos dos y ahora somos tres y no podría caber mayor intimidad que eso, que si usted encuentra tiempo, ganas y disponibilidad, pues eche a volar la imaginación, hay otros cuartos en su casa.

Yo tengo un vicio, el vicio de oler, besar y acariciar a mi bebé dormido toda la noche, el vicio de no escucharlo llorar, el va a crecer, algún día le va a parecer tremendamente vergonzoso dormir con su mamá, se le va a hacer ridículo y mucho antes de que eso pase el tendrá ya listo su propio espacio, y se irá con gusto; por ahora yo disfruto tenerlo a mi lado porque se que el lo hace también, piense usted en esa sensación de bienestar que le da dormir o haber dormido con algún ser amado, su esposo, su novio, aquel romance de verano, su mamá; piénselo y multiplíquelo porque esa sensación de plenitud se la da el dormir con su pequeño para el cual usted en este momento de su vida lo es todo. Si su bebé duerme plácidamente en su cunita junto a usted o en su propio cuarto pues la felicito, debe de ser extremadamente cómodo dormir solita con su pareja sobre todo si ya la deja dormir toda la noche, que si quiere hacer el experimento de dormir alguna tarde con su bebé, disfrútelo, porque como esta señora viejesita, quizás sea uno de los recuerdo que mas añore en ese último aliento. Gracias por leer.


3 comentarios:

  1. Que bello todo lo que escribes!! aun que sea un flojito pero amoroso

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  2. Jajaja genial todo lo que escribe, admito q yo también practico el colecho (no sabia q asi se llamaba), y tengo 2 hijos, uno de dos años cuatro meses y el bebe chiquito de 4 meses. Si dormimos los 4 juntos, cuando nacio el chico tuvimos q cambiar la cama matrimonial por una king o queen no se q tamaño es, y pegamos la cuna de madera a la cama (le quitamos el barandal q debe estar pegado a la cama)... en cuanto a las relaciones con el marido pues uno encuentra el momento (si no no tuviera otro bebe)... como dice: cuando ellos decidan se iran, asi q mientras los disfruto xq en realidad algun dia se van. Saludos

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    1. Hola Paola, gracias por compartir, imagino que disfrutan muchísimo compartir ese momento en familia y como dices, uno encuentra el momento, los nenes no tendrían por que ser el pretexto, felicidades por disfrutar a tus chiquitos y estoy de acuerdo contigo, un día se van a ir solitos y el que va a sufrir es uno, un saludo!

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