Que mañanitas ni que nada, que piesitos con pintura en un retrato, en la capital (y en zonas aledañas) nos celebra la madre tierra con una sacudidita, que puede uno disfrutar mejor si vive en un tercer piso de un edificio de esos en donde nos permite disfrutar tanto de oir la novela del vecino de al lado como la discusión marital de los del otro lado (en ocasiones también la reconciliación); si lo queremos hacer un poquito mas emocionante, por que no dormir encueradas, asi agusto, como Diosito nos trajo al mundo, celebrando la maternidad y obvio colechando con el retoñito en brazos que como el marido anda lejos por causa de fuerza mayor (osease chamba), tiene uno el espacio agusto. Ahora si empieza la temblorina, nos llueve en la cabeza casi antes que las ganas de correr, imágenes de gente bajo los escombros, edificios derrumbándose, perritos aullando y ese caos que nos han ayudado a imprimir en nuestras cabezitas todas las películas de desastres naturales y hasta las de apocalipsis zombies. Último reto, mientras la tierra se mueve y abraza a su bebé que se arrulla super rico, encuentre ropa que ponerse (puede ser limpia o sucia, usted es mamá, se entiende que no lave), zapatitos, de preferencia cómodos, las entaconadas nunca llegan al final de la película y ahora si a echar carrera para afuera con el crío en brazos, hágalo especial bajando de un tercer piso y un poco mas pintoresco escuchando dos o tres gritos de vecinas entusiasmadas. Feliz dia de las madres, pase usted muy buenas noches.
la verdad muy entretenido este blog, es lo que se encuentra uno en un terremoto!!!sobre todo aquellas personas que viven o trabajan en pisos muy ariba!
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